Maldonado aseguró que “con ejemplos de principios y valores” su Gobierno de transición puede dar “una pauta para que no vuelva a ocurrir” lo que ha pasado en el país durante los últimos meses, en referencia al caso de corrupción “La Línea”, que costó el cargo al anterior mandatario, Otto Pérez Molina, y a parte de su gabinete.
El nuevo presidente recordó la Revolución del 20 de octubre de 1944, que fue un alzamiento cívico militar en Guatemala mediante el cual se derrocó al general Federico Ponce Vaides y se constituyó una Junta Revolucionaria provisional, que dio paso a la elección democrática de Juan José Arévalo.
El jefe del Ejecutivo, quien hizo estas declaraciones después de asumir como comandante general de las fuerzas armadas tras tomar posesión del cargo en sustitución de Pérez Molina, se mostró convencido de que Guatemala “ha reencauzado su vida por el curso de una Constitución vigente, vigorosa y profunda”.
Aseguró que a partir del próximo lunes, su Gobierno “estará dando respuestas coherentes a la sociedad y a los guatemaltecos en general, sin color político”, con prioridad en las áreas de salud, nutrición, seguridad y educación.
Maldonado, quien aseguró no tener “color político” ni militancia “de ninguna naturaleza”, explicó que irá haciendo cambios en el Gobierno “paulatinamente”, tras la renuncia del anterior gabinete, realizada por su propia petición.
Por otra parte, garantizó “la coordinación y la seguridad” el domingo, día de las elecciones generales, para que “se mantenga el respeto y el orden que garantice a todos los guatemaltecos asistir a las urnas, que pueden tener la seguridad de que el Estado estará respaldando el proceso electoral para que su voluntad sea libre”.
Maldonado asumió la Presidencia a dos días de los comicios generales, en los que los guatemaltecos elegirán a sus autoridades para el período 2016-2020, incluidos presidente y vicepresidente, además de 158 diputados, 20 legisladores al Congreso y 338 corporaciones municipales.
En referencia a la renuncia de Pérez Molina a la Presidencia, aseguró fue una “decisión personal”, indudablemente “muy difícil”.
El exgobernante de 64 años es señalado por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un organismo de la ONU, de dirigir una millonaria red de corrupción en el ente recaudador de impuestos.
A dos días de los comicios generales, Guatemala se encuentra inmersa en una crisis institucional tras la renuncia de Pérez Molina la madrugada del jueves.
La salida de Pérez Molina dio paso a la investidura como presidente este jueves del abogado y diplomático Alejandro Maldonado Aguirre, quien se desempeñaba como vicemandatario desde el pasado 14 de mayo.
