El lunes a las 8.00 se inicia el juicio oral y público por el intento de homicidio del joven Richard Pereira, hoy de 26 años, que quedó parapléjico hace dos años, luego de un procedimiento irregular de los policías de la Comisaría Cuarta, de barrio Obrero, Asunción. Los enjuiciados son el comisario principal Jorge Ignacio Zárate Barreto y el suboficial primero Jhonnie Osvaldo Orihuela Chávez.
Según los antecedentes, a las 4.30 de la madrugada del 13 de agosto del 2016, Richard –que estaba al mando de su vehículo– fue perseguido por una patrullera de la Policía Nacional, sin haber cometido ningún hecho punible. Cuando lo interceptaron, lo bajaron y le dispararon. No lo mataron, pero el joven quedó paralítico.
La representante del Ministerio Público Pamela Pérez llevó adelante la investigación del caso y terminó acusando al suboficial, que estaba manejando la patrulla, y al comisario que estaba como acompañante.
Orihuela está acusado por los hechos punibles en calidad de autor de tentativa de homicidio doloso (pena de hasta 25 años de prisión) y lesión grave, y en calidad de coautor por los hechos de persecución de inocente (10 años de expectativa de pena) y simulación de hecho punible (hasta 3 años de cárcel).
ANTECEDENTES. Según los relatos de la víctima, él se dirigía a su casa cuando una patrullera con luces apagadas lo empezó a perseguir. Richard fue interceptado en las calles 24ª Proyectada y Paí Pérez, en el barrio Roberto L. Petit de Asunción.
El Código Procesal Penal, en el artículo 239, establece que la aprehensión solo se debe dar en flagrante comisión de hecho punible. El CPP no establece la demora para “averiguaciones”, como argumenta la Policía.
Aquella noche, Richard bajó del auto con las manos arriba y el suboficial Orihuela lo tiró al suelo, obligándole a que se ponga de rodillas, y luego le habría disparado directamente en la nuca. Ese disparo no lo mató, pero dejó parapléjico al joven, de 24 años.
Los policías en ese momento presentaron supuestas evidencias –falsas, en realidad– como 33 gramos de marihuana y un revólver calibre .22 que, según la víctima, intentaron hacerle agarrar para transferirle sus huellas, y dispararon sobre su puño.
JUICIO. En febrero del 2017, la representante del Ministerio Público que se encargó de la investigación presentó el requerimiento conclusivo del proceso y acusó a los dos uniformados. Finalmente, el juicio se iniciará este lunes.