Por Marisol Ramírez
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Una nueva cinta de manufactura nacional, La cárcel del barrio, con temática basada en hechos de la dictadura stronista, se estrena el 18 de este mes en la sala del Teatro de las Américas (José Berges casi Juan de Mena).
Se trata de una producción que nace como un trabajo de investigación de tesina de grado para acceder a la licenciatura en Comunicación Audiovisual de Jeremías Espínola, quien con esta cinta debuta como director audiovisual de la Universidad del Pacífico.
“Decidimos apostar por la cinta, aunque es de bajo presupuesto para lo que es el cine hoy en día. No obstante, para nosotros fue un monto significativo, entendiendo que sería una producción que debería proyectarse comercialmente”, explica Jeremías Espínola.
El director creó un personaje inspirado en la personalidad del sicópata, de uno que “quiere hacer algo llamativo”, añade.
La cinta, que tiene lugar en el año 2005, está protagonizada por Juan Carlos (Jorge Fernández), quien trabaja en el Cobup (Comité de Búsqueda de Personas Desaparecidas en la Dictadura) y tiene como objetivo encontrar a su abuelo desaparecido en la década del 80.
PROCESO. El director cuenta que para hacer el guion acudió a textos periodísticos, materiales audiovisuales referidos a víctimas de la dictadura, Internet, datos del Museo de la Memoria, etc. “En todo esto me basé para crear la historia”, señala Jeremías Espínola.
El director confiesa que su motivación principal fue la de “despertar la curiosidad y el interés de los jóvenes sobre este tema histórico”, atendiendo que él mismo es un joven “posdictadura” que no vivió aquellos tiempos.
“Me pasó muchas veces escuchar a jóvenes que hablan de la dictadura como una leyenda, restando importancia a lo sucedido en esa época, como las torturas. Espero despertar interés en investigar más sobre el tema”, cuenta Espínola, quien confiesa no estar “satisfecho” con el proceso político actual, pero sí “feliz” de poder expresarse libremente.
APORTE. “Cualquier producción que investigue la época de la dictadura stronista es valiosa, pero en particular cuando utiliza el lenguaje audiovisual, ya que impacta y llega más directamente, sobre todo a los jóvenes”, opina por su parte Antonio Pecci, coordinador de la Mesa Memoria Histórica.
Para Pecci, el audiovisual es un instrumento comunicacional que salta barreras culturales e idiomáticas. “En ese sentido, es muy valiosa la creación en ese lenguaje y valioso que lo haga un joven de la posdictadura”, finaliza el coordinador.