15 jun. 2025

Llega a fase final pesquisa a curas acusados por abusos

El fiscal Carlos Alvarenga, de Villarrica, se toma su tiempo y todavía sigue recabando datos, espera un informe de personas especializadas en la materia, vuelve a llamar a todas las supuestas víctimas de abuso sexual para escuchar sus declaraciones y así determinar si los dos sacerdotes religiosos Gustavo Ovelar y Francisco Javier Bareiro, de la congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada Paraguay, los presuntos abusadores sexuales, cometieron delito.

En casa.  Los dos acusados, al pie de la cruz y en segunda fila, con la Biblia sobre el pecho.

En casa. Los dos acusados, al pie de la cruz y en segunda fila, con la Biblia sobre el pecho.

“Estamos en la fase final de la etapa investigativa; estamos pidiendo algunos dictámenes de personas especializadas en el tema en nuestra institución y en los próximos días tomar una definición”, declaró ayer a una emisora capitalina el fiscal Alvarenga.

La denuncia presentada en sede del Ministerio Público en marzo del 2014 refiere sobre supuestos abusos sexuales a los que fueron sometidos jóvenes de entre 16 y 21 años de edad, entre el 2011 y 2013, en la localidad de Paso Yobái, Departamento de Guairá.

“Dicha circunstancia (los supuestos hechos denunciados) podría eventualmente constituir un hecho de abuso sexual en persona bajo tutela, establecido en el artículo186 del Código Procesal”, mencionó Alvarenga.

“La denuncia de algunos de ellos, en la época de la perpetración de los hechos, algunos de ellos serían menores de 18 años; actualmente, son todos mayores de edad, según refiere la denuncia. De todas maneras, los estamos volviendo a llamar a todos; yo quiero escuchar a todos y a cada uno de ellos y finalmente tomar la decisión que corresponda conforme a derecho”, habló el fiscal a la Radio 1000. Mientras tanto, los dos sacerdotes se encuentran refugiados en la Casa de los Oblatos, donde no pueden ser molestados.

Las victimas refieren que sufrieron acoso sexual y manoseos de parte de estos dos sacerdotes, Ovelar y Bareiro, y los hechos se registraban principalmente durante los retiros espirituales. Uno de los jóvenes contó cómo sintió que el padre Bareiro se metía a su cama y le tocó los genitales.