Sportivo Luqueño fue muy concesivo desde el arranque. Parecía que no había entusiasmo y eso que la hinchada respondió estoicamente, pese a la fuerte lluvia que caía sobre el Feliciano Cáceres.
Mientras el Ciclón monopolizó las acciones dentro del terreno, el Auriazul cayó en muchas imprecisiones, especialmente de medio para adelante.
Luqueño recuperó el orden, pero careció de un componente fundamental para un equipo con aspiraciones, y es la actitud.
EL PREMIO. Cerro entendió que su fuerza estaba intacta y que era cuestión de presionar para llegar al gol. José Ortigoza aguantó un balón en la entrada del área y alargó la jugada para Miguel Paniagua y este con un derechazo anotó el primero. El segundo fue una genialidad de Sergio Díaz, quien comenzó la jugada y también la concluyó de una manera excelente.
El ingreso de Cecilio Domínguez le dio frescura a la zona de definición de Cerro. Justamente fue Domínguez el que produjo una linda jugada y para nada fue egoísta, porque cedió el esférico a José Ortigoza y este plasmó toda su calidad para concretar la goleada del Ciclón.
Cerro liquidó en la complementaria y le viene muy bien el triunfo para levantar al grupo anímicamente.
