Sergio Cáceres Mercado
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Bridget Jones no ha perdido el encanto, ni las mañas, pero tampoco su ingenuidad. Como conserva todos sus atributos, excepto sus kilos de más, esta comedia mantiene la esencia de sus anteriores capítulos, por lo que seguro no defraudará a sus fans. Diez años después, el amor le sigue siendo esquivo, y una vez más sus viejos amores aparecen, así como algunos nuevos.
Para marcar la diferencia con respecto a los capítulos uno y dos, esta vez Bridget se embaraza y crea toda una confusión al no saber quién es el padre. Las típicas situaciones de las comedias de enredo se suceden, pero con el estilo propio, lo que le da siempre un toque de frescura.
La voz en off de Bridget –es decir, su conciencia– sigue proponiéndose cosas para imponerse a la adversidad, lo que hace ver siempre a nuestro personaje como una mujer resuelta, a pesar de todas sus debilidades espirituales y carnales.
La banda sonora es otro toque que no se ha descuidado y una vez más coloca en escenas claves a grandes canciones del pop y el rock. Tampoco se ha descuidado al elenco, con estrellas como Emma Thompson y Patrick Dempsey, así como los habituales Colin Firth y Jim Broadbent. Por supuesto, y a pesar de los años, Renée Zellweger sigue apropiándose del papel de Jones de manera muy profesional.
Bridget sigue encarnando así a la típica heroína posmoderna, alguien que ya no lucha por ideales universales, sino por cuestiones más comunes, pero que siguen definiendo a los seres humanos de hoy en día: quiere amar y ser amada. El cargar un niño en su vientre es un cambio radical que quizá divida a sus seguidoras, aunque no hay que perder de vista que su embarazo es totalmente accidental y fruto de su legendaria promiscuidad y búsqueda de placer furtivo. Sin embargo, el bebé despertará en ella otro tipo de amor, quizá más duradero y sincero.
Aunque mantenga la estructura de siempre, todavía esta comedia sigue divirtiendo y, de paso, haciéndonos pensar sobre lo que hacemos en el día a día con nuestra existencia y emocionarnos con cuestiones tan sencillas y profundas a la vez.
Calificación: **** (muy buena)