19 jun. 2025

Las desteñidas internas azules

Estela Ruiz Díaz

El 2018 repetirá el clásico azulgrana: colorados versus liberales, en virtud a la alianza electoral entre la izquierda y los liberales, que decidieron tragar sapos y esconder bajo la alfombra sus profundas diferencias políticas e ideológicas. La concertación zurcida con base en pragmatismo electoral pretende repetir la histórica victoria del 2008, esta vez con un liberal a la cabeza.

La oposición y su variado arco elige también el próximo domingo 17 a sus candidatos, pero a diferencia de la ANR, la disputa se centra en el Senado, y en menor medida, en Diputados.

La polarizada interna colorada deja totalmente en segundo plano la disputa liberal no solo por la falta de novedad en su oferta electoral (Efraín Alegre y Carlos Mateo Balmelli son viejos conocidos de la política partidaria), sino por la falta de entusiasmo y pasión para enarbolar sus propias banderas a raíz de la fuerte intervención en el partido del presidente Horacio Cartes, al punto de convertir al PLRA en otro escenario de disputa entre cartistas y anticartistas.

Alegre, presidente y precandidato, acusa directamente al llanismo y a su candidato Mateo de ser el ala cartista en el partido y que ese es el modelo a derrotar. Equipo Joven, inmunizado de tales críticas, sigue con su acercamiento al Gobierno. Ni siquiera por márketing electoral se desmarcó y votó por la protección de González Daher y ayer algunos miembros fustigaron la homilía del obispo de Caacupé, en clara defensa a Cartes. Una investigación periodística reveló que Llano, la figura principal de este movimiento, operó telefónicamente desde Mburuvicha Róga la trágica noche del 31 de marzo en la que un operativo policial ingresó al partido y desató la trágica muerte de Rodrigo Quintana. Una noticia que conspira contra las chances de su candidato a presidente.

EL FUTURO. Desde que ganó la presidencia del Directorio, Alegre trazó una hoja de ruta a su imagen y semejanza de cara al 2018. Para ello peleó contra la reelección que lo enfrentó con Fernando Lugo, pero tras sacar del camino al ex obispo y al presidente Cartes, supo reconstruir la alianza con el Frente Guasu, que aceptó el rol secundario. Internamente, aplicó una política de purga, pero el llanismo peleó judicialmente su permanencia en el partido.

SOBREOFERTA. En el PLRA el clima favorece a Alegre. No hay encuesta que no hable de su triunfo, que muchos vaticinan será por amplia diferencia. Por ello, la disputa se centra en el Senado, y se espera voto cruzado como pocas veces. Se presentan nada menos que 15 nóminas. La disidencia llanista, que encontró un candidato presidencial de emergencia, tiene la ventaja de ir unida. El resto apoya al oficialista, pero cada liderazgo deberá disputar su espacio: El que tiene el guiño de Alegre es el cuestionado ex ministro de Obras Salyn Buzarquis, quien incluyó en su lista a María Eugenia Bajac, hija del ministro de la Corte Suprema, en una jugada con olor a blindaje judicial.

Los liberales ex luguistas, como Víctor Ríos y Pakova Ledesma van juntos; el histórico Miguel A. Saguier pretende reelección, así como Emilia Alfaro. El otro movimiento que pisa fuerte es el que lidera Dionisio Amarilla. El empresario Alfredo Jaeggli pretende volver al Senado con una campaña que se reduce a “soy millonario y qué". También buscan espacio, cada uno con su lista, Martín Sannemann, Eduardo Nakayama, Ancho Ramírez, Benjamín Marecos, Blas Contreras, Ariel Fonseca, Felipe Fernández y Víctor Ayala.

El que da la cara por la lista llanista es Blas Lanzoni y le siguen Blas Llano, Zulma Gómez, Fernando Silva Facetti, Alberto Aquino y Blanca Fonseca.

EL RESTO. Tras la concertación opositora, los demás partidos opositores también centran su disputa en el Senado y sus internas serán de mero trámite. Lugo, que repite lista, será ratificado in totum, al igual que los demás. El PDP sufrió fractura, ya que Arnaldo Giuzzio, su estrella del 2013, hizo rancho aparte. Patria Querida busca resucitar con candidaturas novedosas. Se suman otras fuerzas, cuyos músculos reales se verán en abril del 2018.

El 17 los liberales votarán candidato presidencial, el que liderará la alianza GANAR, que junto al Frente Guasu, hará frente al poderoso Partido Colorado, que ya se siente ganador, más allá de quién sea su candidato.

Después de la ANR, el PLRA es la otra fuerza electoral del Paraguay con 1.362.604 afiliados.

Los liberales, cuya interna está atravesada por el cartismo que lo sumió en una de sus crisis más profundas, definirán cuál de los dos será mejor contendiente para la ANR. Todo parece estar dicho, pero en la política como en el fútbol es mejor esperar la pitada final, porque, como en la ANR, de la diferencia de votos y la transparencia del proceso dependen el futuro del candidato presidencial de la oposición.