02 may. 2025

La revolución de los hábitos

Tirar la basura por la ventanilla se ha convertido en un hábito. Lo mismo pasa con tirar las latitas de cerveza en el arroyo. Como país rico en agua, nos pegamos el lujo de regar la vereda con agua potable incluso en los días de lluvia. Vivimos como si los recursos fueran infinitos y como si nuestras acciones no afectaran a esta y a las próximas generaciones. Sin embargo, hay un grupo cada vez más grande de paraguayas y paraguayos que practican un estilo de vida sustentable.

Desde que volví al Paraguay en 2010, he visto aumentar la cantidad de personas que demuestran una conciencia personal para el cuidado de la sociedad y del medioambiente.

Utilizando el ejemplo de la movilidad, recuerdo que cuando me tocó organizar la primera Masa Crítica Asunción en 2012, muy pocas personas iban al trabajo en bici. Hoy cada vez más personas eligen la bicicleta como medio de transporte a pesar de los límites. Además, son cada vez más las empresas que ofrecen estacionamiento para bicicletas e incluso algunas tienen duchas e incentivos económicos para sus colaboradores.

Desde la Mesa de Medio Ambiente de la Red del Pacto Global y desde la ADEC veo que existe un compromiso hacia una gestión empresarial sustentable reflejado en las Memorias de Sustentabilidad.

A nivel de políticas públicas, vemos la construcción y planificación de más kilómetros de bicisendas y hoy con 3.300 guaraníes podemos acceder a un bus nuevo con aire acondicionado. Ciertamente hay mucho por mejorar, pero debemos reconocer los avances.

Hoy es noticia la descoordinación del MOPC y la Municipalidad de Asunción por la construcción del viaducto; sin embargo, existen alianzas en otros frentes. Desde hace un mes me toca liderar una mesa interinstitucional en donde el MOPC, la Municipalidad de Asunción, la Secretaría Técnica de Planificación, la Seam, el BID, el PNUD y oenegés están trabajando en la elaboración de un proyecto que busca, aparte de llenar el área metropolitana de Asunción de bicisendas y mejoras peatonales, que los buses tanto del troncal del Metrobús como los alimentadores puedan ser de la mejor calidad y bajos en emisiones. En estos espacios técnicos, he visto un altísimo nivel de compromiso y colaboración que rara vez es comentado en los medios.

Hay avances, pero no podemos ocultar la deforestación, la degradación del suelo, la contaminación del aire y de nuestros causes hídricos. Sin embargo, no olvidemos que mientras por un lado a la madre tierra se la desangra, por el otro hay una generación que la inyecta de esperanza.

Para que los esfuerzos no se queden en simples anécdotas, es necesario un cambio cultural. Es por ello que, por tercer año consecutivo, un grupo de ciudadanos creamos la campaña del Mes de la Cultura Sustentable, en donde promovemos que durante todo el mes de abril cada uno de nosotros le regale al Paraguay y al planeta tierra hábitos sustentables como por ejemplo reciclar, ahorrar energía, andar en bici o plantar un árbol. A los soñadores como yo, les invito a desafiarnos durante todo este mes para promover hábitos sustentables desde el ejemplo personal. Si somos cada vez más, podremos generar pronto una verdadera revolución cultural como ya lo hicieron en Atyrá.