“El secretario general llama a las dos partes a suspender cualquier acción que altere el statu quo y a retirar todos los elementos armados para evitar una mayor escalada”, señaló Naciones Unidas a través de un comunicado.
Esa retirada, además, facilitaría la posibilidad de que la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso) mantenga conversaciones con las partes sobre los últimos acontecimientos, señaló.
Desde mediados de agosto, el Polisario ha denunciado movimientos de tropas marroquíes en el área de Guerguerat, último puesto militar de Marruecos antes de la frontera mauritana y una zona que el grupo saharaui considera “territorios liberados”.
Rabat, por su parte, anunció que había llevado a cabo allí una “operación de limpieza” con agentes de aduana y de la policía contra todo tipo de “comercio ilegal y traficantes” que pululan en la zona.
Además, esta semana, dio a conocer que había emprendido obras de asfaltado en la carretera que va de Guerguerat a Mauritania, con el acondicionamiento de 3,5 kilómetros.
Según distintos analistas, esa acción supone un mensaje por parte de Marruecos sobre su intención de reclamar el territorio y estabilizarlo, poniendo fin al statu quo que se mantiene desde hace años.
Hoy, Ban se declaró “profundamente preocupado por la tensa situación” generada en ese área como resultado de “cambios en el statu quo y la introducción de unidades armadas de Marruecos y el Polisario cerca las unas de las otras”.
El jefe de la ONU subrayó “la importancia de que las dos partes cumplan con sus obligaciones” bajo los pactos militares existentes y “respeten la letra y el espíritu del acuerdo de alto el fuego”.
Para el Polisario, los últimos movimientos de Marruecos suponen una violación de ese alto el fuego vigente desde 1991, según denunció en una carta dirigida a Naciones Unidas, por lo que decidió poner sus tropas en estado de máxima alerta.
Tras las denuncias del grupo, la Minurso envió observadores a la zona, que dijeron en un primer momento no haber visto equipamiento militar, sino tránsito de vehículos civiles.
El Consejo de Seguridad de la ONU analizó la situación en una reunión a puerta cerrada este viernes, tras la que no se pronunció, después de que varios miembros solicitaran más información sobre lo que ocurre sobre el terreno.