Su deceso se produjo en su residencia, rodeada de sus familiares, quienes ya estaban preparados para el triste momento, pues hace 6 años que padecía de cáncer. “Mi mamá falleció con el glamur que la caracterizaba. Hasta hace 15 días ella estaba lúcida, consciente y espléndida, digna de una mujer que amaba la vida. Ella se aferró, pues superó por 2 años la expectativa de vida que le dieron los médicos”, comentó su hijo Rodrigo Jacks, quien es el impulsor de la marca Pombero.
Emilia Corina Duarte, más conocida como Chiqui Jacks, se casó con William Jacks con quien tuvo cuatro hijos: William, Rubén, Rodrigo y Carla Jacks. Su pasión por la costura la heredó de su mamá, Silvia Duarte, quien como regalo de egreso le regaló su primera máquina de coser.
Muy querida. Ayer los mensajes en las redes sociales no se hicieron esperar. La productora de moda Valeria Gallarini le dedicó estas palabras: “Chiqui Jacks, una gran dama de la moda paraguaya. Gran laburadora y con un carácter excepcional. Tengo grandes recuerdos con ella, la admiraba desde chiquita. Tal vez por esa fascinación que siempre tuve por la moda y que sin lugar a duda Chiqui alimentó. Visitar su taller era un honor. Entre maniquíes, retazos y figurines ella te recibía siempre impecable con una sonrisa enorme y una energía contagiante. Sus bocetos a puño eran geniales”.
El diseñador Jork Aveiro también le dedicó un posteo. “La moda nacional de duelo. Se nos fue una de las diseñadoras más destacadas. Nuestra querida Chiqui Jacks QEPD. Triste lunes, pero con el alivio de que ella ya descansa en paz. A sus seres queridos, Dios provea espiritualidad en este momento tan triste. Fuerza, familia Jacks.
Logros. La diseñadora representó a Paraguay en una de las primeras ediciones del Miami Fashion Week. Sus creaciones se caracterizaron por el vanguardismo. En el 2000 lanzó su perfume Chiqui Jacks, de edición limitada. “Siempre fue muy innovadora y absolutamente genial y provocativa con sus propuestas: vestidos de gala de arpillera, bustiers de metal, bordados con plumas de aves locales... siempre a la vanguardia, en una época donde la originalidad no era tan apreciada como hoy en día”, recuerda Gallarini.
Su marca personal, que perdurará a través de los años, fue la audacia que imprimió a todas sus diseños.