La edición más feminista del Festival de Cannes premió además a una segunda mujer, la italiana Alice Rohrwacher.
La ceremonia del palmarés tuvo asimismo a una inesperada protagonista: la actriz italiana Asia Argento, que afirmó que Harvey Weinstein “nunca más” será bienvenido a Cannes, donde según ella el productor la violó en 1997.
La Palma de Oro, otorgada por el jurado presidido por Cate Blanchett, será difícilmente cuestionada este año. Unánimemente aplaudida por la crítica, Shoplifters –quinto filme de Kore-Eda en competición– retrata minuciosamente a una familia recompuesta que se dedica a robar en las tiendas.
El director de De tal padre, tal hijo y Nadie sabe se adentra en la intimidad de cada uno de sus miembros, que buscan una segunda oportunidad para ser felices.
Kore-Eda quiso “compartir” esta Palma con los dos cineastas que no pudieron presentar su filme seleccionado en Cannes: el ruso Kirill Serebrennikov (Leto), bajo arresto domiciliario, y el iraní Jafar Panahi (Three faces), que tiene prohibido salir del país.
MÁS. De regreso a Cannes, el militante Spike Lee, de 61 años, se alzó con la segunda presea por BlacKKKlansman, basada en una historia real de un policía afroamericano infiltrado en el Ku Klux Klan. El filme, lleno de humor y acción, es un alegato contra el racismo y contra Donald Trump.
Al recibir el premio, Lee lo dedicó a la “República Popular de Brookyln de Nueva York” y advirtió contra el dirigente republicano en “este año que vivimos peligrosamente”.
La libanesa Nadine Labaki, una de las tres mujeres en competición entre 21 cineastas, ganó el Premio del Jurado por Cafarnaúm. AFP