El subsecretario de Gestión de Riesgos de Ecuador, Ricardo Peñaherrera, confirmó en la mañana de este domingo que las cifras de muertos ascendieron a 233, mientras que el número de heridos actual es de 1.557.
La provincia de Manabí es la zona más afectada por el terremoto de de 7,8 grados en la escala abierta de Richter, que azotó este sábado el norte de la región costera de Ecuador. En ese lugar se contabilizaron hasta el momento 200 fallecidos.
El sismo se produjo en un sitio entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas, que también ha sentido el impacto de las réplicas, y en donde se registraron 80 muertos.
Las ciudades que más daños han sufrido son Manta, Portoviejo y Pedernales, donde los pobladores han pasado la noche buscando refugio en las horas posteriores al movimiento telúrico por miedo a las réplicas, según reportó la agencia internacional de noticias EFE.
Casas derrumbadas, servicios públicos suspendidos y personas fuera de sus viviendas ha caracterizado la noche en estas localidades.
Desde el terremoto, se registraron un total de 135 réplicas, según informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, que localizó el epicentro a 20 kilómetros de profundidad.
El Gobierno, que liberó 300 millones de dólares del fondo de contingencia para hacer frente a la situación, decretó el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el país.
Para distintas labores, el Gobierno de Ecuador movilizó 10.000 efectivos de las fuerzas armadas y 4.600 policías a las zonas afectadas.
El terremoto registrado es uno de los de mayor intensidad que se registró el país a lo largo de su historia, siendo el más intenso uno de 7,9 grados, en 1979, que afectó también a Colombia y provocó 800 muertos en ambos países.