La Comisión Económica para América Latina (Cepal) publicaba el último informe de su observatorio sobre banda ancha en América Latina. Los resultados desnudaron una realidad palpable. Internet en Paraguay no solo es una de las más lentas en banda ancha fija, sino también, la más cara de la región.
Los números de este estudio señalan que el promedio de velocidad de la banda ancha fija, es decir, es de apenas 2 megas por segundo, lo que nos ubica como la penúltima más lenta solo superando a la de Venezuela.
En mi caso, soporto esta mala conexión cuando quiero descargar un archivo de más de 1 Gb, subir o recibir materiales en video a una nube, enviar mis artículos de fin de semana para el diario por correo electrónico. En fin, hay momentos en que la paciencia se me acaba y mando todo a la... (usted me entiende)
He pagado los planes más caros, intentado con todas las compañías y creo que es casi misión imposible conseguir una conexión mínimamente aceptable si lo que necesitas es estabilidad y velocidad.
Los datos de la Cepal revelan que apenas el 0,5% de los usuarios paraguayos acceden a una conexión superior a los 10 megas y solamente un 0,2% logra alcanzar promedios de velocidad superiores a los 15 megas.
Desde que llegó el año pasado internet 4G la conexión celular mejoró bastante y la Cepal reconoce que con una velocidad promedio de 6 megas tenemos hoy la banda ancha móvil más rápida de la región.
El problema es ¿cuántos paraguayos tienen la suerte de contar con un teléfono inteligente con capacidad y red disponible en su zona para conectarse al 4G? Muy pocos, pero al menos, ya es un primer paso que la tecnología esté disponible.
Me consta, porque he conocido de primera mano las grandes inversiones que han hecho las principales firmas de telefonía móvil para mejorar sus redes e incorporar tecnología en los últimos años; pero no es suficiente, aquí debe existir una política de Estado que apueste fuerte a las nuevas tecnologías. El Gobierno no puede lavarse las manos y dejar todo al sector privado.
No es tolerable y debe ser señal de alerta que todavía en Paraguay solo 26 de cada 100 habitantes tenga acceso a internet. Que los pobladores rurales en Uruguay superen en penetración y calidad de servicio a los usuarios de las zonas urbanas de nuestro país, según la propia Cepal.
Tenemos que darnos cuenta de que el internet es la herramienta más poderosa disponible para conectarnos con el mundo; entender que es grave que en esta carrera digital mientras los vecinos corren en Fórmula 1, nosotros todavía no superamos la carreta.