Ya con anterioridad, otro de los fugados igualmente fue devuelto al centro de reclusión por su propia madre, a quien extrañaba y quería ver, según dijo director del Servicio Nacional de Atención a Adolescentes Infractores, Orlando Castillo. “Sin la familia es imposible trabajar y pensar en la reinserción de estos jóvenes”, había manifestado a un medio radial, al señalar como una de las grandes dificultades en este proceso de reinserción el abandono de los familiares de los reclusos.