Ayer, durante el informe que el presidente Horacio Cartes fue a brindar en la Junta de Gobierno, se notó que el gobernante, los propios miembros de la Junta de Gobierno y los legisladores ondearon con una actitud rayando la apatía el pañuelo colorado, símbolo utilizado desde hace décadas en los actos de la ANR.
Todos los invitados llevaron puesto el pañuelo colorado, incluso el ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga. Sin embargo, algunos de los presentes aceptaron el pañuelo casi por obligación. Entre ellos se puede citar al ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, y al diputado Walter Harms. Este último no disimuló su incomodidad y se desprendió incluso del símbolo.
Durante el acto de ayer tampoco tuvieron lugar los discursos de los partidarios haciendo loas a la ANR. El senador colorado Juan Carlos Galaverna, quien se encargaba de tener protagonismo y de dar ese tipo de discursos en las actividades del Partido Colorado, estuvo mudo y se limitó a escuchar el informe del presidente.
Es decir que ayer se notó más claramente como el presidente, quien no disimula la molestia que le causa algunas cuestiones típicas del partido, como las hurras y cánticos, va marcando su estilo en la ANR.
Cartes, quien proviene del ámbito privado y su participación en la política se da desde hace 4 años, nunca se adecuó al estilo de las hurras, el jolgorio con la polca y los discursos que caracteriza al centenario partido político.
En la sesión de honor de ayer no hubo espacio para que los invitados hagan uso de palabra y puedan dar su parecer o emitir sugerencias al Gobierno.
Jóvenes. Antes de iniciar la sesión de honor, aproximadamente 100 jóvenes hicieron el recibimiento a Cartes, quien llegó en el mismo vehículo con Lilian Samaniego, y al vicepresidente Juan Afara.
Cartes y Afara accedieron a quitarse fotos con algunos jóvenes en la vereda de la Junta.