El proyecto, conocido como Porto Maravilha, costó 8.000 millones de reales (USD 2.500 millones) y convirtió instalaciones portuarias deterioradas en una plaza, museos, inmuebles corporativos y residenciales. Como parte de las obras, la marca Trump debía levantar cinco edificios de 38 pisos.
En un documento presentado ante la Corte que fue hecho público el jueves, el fiscal Alselmo Lopes dijo que está investigando el acuerdo de Porto Maravilha, en el que el fondo de cesantía de los trabajadores FGTS, administrado por el banco estatal Caixa Economica Federal, pagó por anticipado por los derechos de construcción, que posteriormente vendió.
La estructura del trato por Porto Maravilha “favoreció, de manera sospechosa, al grupo económico Trump Organization”, entre otros, dijo Lopes. El fiscal no entregó más detalles y no estuvo disponible de inmediato para realizar comentarios.
Su portavoz, Dionne Tiago, dijo que Lopes no explicaría los fundamentos de sus sospechas hasta la próxima semana.
Ninguna de las cinco personas contra las que Lopes buscó presentar cargos en el documento judicial por desviar 8.000 millones de reales del fondo de pensión de Caixa tienen relación con el grupo económico.
Trump Organization, que vendió los derechos de nombre para las torres de Río de Janeiro, pero no brindó financiamiento para el proyecto, no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Un ejecutivo de alto rango involucrado en las Trump Towers Rio rechazó las acusaciones del fiscal y dijo que no tienen fundamentos. reuters
