Después de casi 10 años de mantener las tasas de interés en el mismo nivel, la Reserva Federal de los Estados Unidos aprobó un aumento el año pasado. Esta decisión fue el resultado del mejoramiento de las condiciones económicas en Estados Unidos en aquel momento y que continuaron durante el año 2016.
Frente a este buen desempeño, la actual presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) señaló esta semana que hay argumentos que ameritan una nueva subida en los próximos meses, aunque relativizó su optimismo señalando la existencia de fuertes incertidumbres en el marco internacional.
El escenario internacional enfrenta en este momento situaciones que no es posible valorar adecuadamente, como la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la evolución de China y las elecciones de Estados Unidos.
De todos modos, si bien no se pueden anticipar los resultados con la debida rigurosidad, esta medida podría incrementar la volatilidad de los mercados internacionales, situación que debería preocupar a Paraguay dada su histórica debilidad en este sentido.
La volatilidad afectará más, probablemente, a los países emergentes, con pesos en la economía mundial relativamente grandes o con gran dependencia de los capitales externos y por esta vía también podría tener repercusiones en nuestro país debido a la cercanía geográfica del Brasil y Argentina.
De manera directa, el fortalecimiento de la economía norteamericana mostrada por el incremento de la tasas de interés puede tener varios efectos. El primero, la presión sobre el tipo de cambio. En segundo lugar, los capitales tendrán más incentivos para migrar hacia el país del Norte, lo que afectará a la inversión extranjera directa en Paraguay.
Habrá que esperar a ver los efectos sobre la deuda externa, que vendrán en los dos sentidos, por el aumento del tipo de cambio y de las tasas de interés. Esta situación debe ser motivo de análisis dado el rápido crecimiento de la deuda derivado de bonos soberanos.
El Ministerio de Hacienda debería informar al respecto cuáles serán las implicancias para el país a corto, mediano y largo plazo. No hay que menospreciar que el endeudamiento aumentó a tasas excesivamente elevadas en los últimos años.
Frente al contexto internacional que agrega variables a la incertidumbre, las autoridades económicas deben contar con información y análisis rigurosos para sustentar las políticas económicas. Aunque Paraguay continúe con tendencias positivas en el crecimiento del PIB a corto plazo, las consecuencias del escenario internacional deben observarse a largo plazo. Esto implica una gran responsabilidad de la actual gestión de gobierno, en el sentido de no dejarse llevar por la necesidad de terminar este periodo con indicadores macroeconómicos relativamente exitosos en 2018, pero con proyecciones negativas para el futuro.