30 ago. 2025

Imagen de Chiquitunga conquista los pasillos de las penitenciarías del país

Todos quieren su imagen. Estampas y pósteres de la venerable María Felicia de Jesús Sacramentado llevaron un bálsamo de paz en los presidiarios del país, de la mano de unas incansables devotas que integran el movimiento Aroma a Jazmín de Chiquitunga.

Tres mujeres de este grupo, que en Facebook cuenta con 12.000 seguidores, recorren las diferentes penitenciarías recogiendo las intenciones y rosarios que los presos entregan y que formarán parte del altar que se le prepara a la venerable en su misa de beatificación.

Nancy Melgarejo, quien desde hace 21 años difunde el nombre de Chiquitunga en Estados Unidos y España, emprendió esta cruzada con su familia y –asegura– hasta que la beatificación, no pararán.

“Pidan a Chiquitunga y verán maravillas”, es otra fan page que tiene en la citada red social con unos 35.000 miembros.

Tour. Del Buen Pastor, al Penal de Tacumbú. En esas cárceles empezó, rezando el santo rosario y repartiendo imágenes de la carmelita paraguaya.

La semana pasada, Nancy viajó a Ciudad del Este, donde en compañía de sus fieles compañeras visitaron el penal de varones, primero, y después la cárcel de mujeres.

“Después queremos ir a Emboscada”, revela.

Luego de invitarles a rezar, les relata a los reclusos el legado y testimonio de la venerable. No hace otra cosa –dice– que emular las acciones de la carmelita, quien en vida tenía presente visitar a presos, hogares de ancianos y a los enfermos.

“No hay manera de agradecer el poder, por unas horas, estar con los presos llevando a estos hijos de Dios la rica historia de quien fuera Chiquitunga”, expresa Nancy sin ocultar su emoción de vivir la experiencia de ser parte de esta obra a las personas privadas de su libertad.

Entrega. Con su familia, que reside en la ciudad de Lambaré, están “las 24 horas para Chiquitunga” y con cajas de zapatos recicladas, confeccionan los buzones para colectar los rosarios. Llevan a todas las parroquias y la semana última entregaron once de esas urnas de cartón a la Universidad Católica. En su casa paterna, tienen bien ordenados más de 5.000 rosarios que prevé llevarle personalmente al artista Koki Ruiz. Ella –cuenta– le presentó a Chiquitunga a Koki, en ocasión del altar de maíz en el 2015, con motivo de la venida del Papa. Nancy se instaló toda una semana en San Ignacio Misiones anotando en 22.800 cocos del retablo la petición de los fieles de todo el mundo, quienes clamaban que la religiosa sea “beata ya”.

Recolectamos rosarios de donde nos digan y vamos separando por colores (...) En mi casa tenemos más de 5.000 rosarios. Nancy Melgarejo, devota.