La jarra de lata, la guampa cargada de yerba mate y una bombilla formaban parte del equipo de tereré de nuestros padres y abuelos hace 50 años. Una parte importante del ritual era seleccionar el pohã ñana, siendo costumbre buscar en el patio de las casas plantas nativas como perdudilla blanca, Santa Lucía morotî, que se arrancaban con un machetillo, se lavaba y maceraba para colocar en la jarra con agua.
Ahora hay termos, yerbas con remedios refrescantes y pohã ro’ysã está al alcance de todos. Las formas cambiaron, pero la esencia de la bebida oficial del Paraguay no varía.
De esta manera el folclorista David Galeano Olivera describe a esta tradición que tiene todos los elementos que definen a la identidad paraguaya al rememorar el Día Nacional del Tereré, que se celebra el último sábado de febrero.
La conmemoración –señala Galeano– no tiene un día específico porque se hizo coincidir con el Festival del Tereré que se realiza en Ytakyry, Ciudad del Este. El evento se realiza siempre la última semana de febrero y concluye un sábado. La zona está muy relacionada con los yerbales y siempre hubo un vínculo con la bebida tradicional.
Galeano recuerda que el tereré es de origen precolombino y tuvo auge durante la Guerra del Chaco (1932-1935), pues las tropas paraguayas consumían el tereré, que ayudaba a racionalizar el agua y los refrescaba para soportar esas largas e interminables jornadas con mucha sed, largas caminata y el cansancio.
Paraguay trabaja para inscribir el tereré y el pohã ñana entre los bienes del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Se concretaría en el 2020 durante la reunión de la Conferencia Mundial de Patrimonio Inmaterial
Hoy, a partir de las 10.00, se realizará un festejo con música, canto y baile en el Paseo de los Yuyos (República Francesa casi Pettirossi, en el Mercado 4) además de una exposición de pohã ñana.