19 may. 2025

Hasta cocina vieja tiraron en el raudal y taponó red pluvial

La inversión de G. 130 mil millones para la instalación de 25 mil metros de cañerías para canalizar subterráneamente las aguas del arroyo Itay entre los municipios de San Lorenzo, Fernando de la Mora, Luque y Asunción podría colapsar debido a la gran cantidad de basura que se arroja al contaminado cauce hídrico.

Obstruida. Una vieja cocina, troncos y escombros trancaron las cañerías en triple frontera.

Obstruida. Una vieja cocina, troncos y escombros trancaron las cañerías en triple frontera.

Tras la intensa lluvia caída el pasado miércoles, enormes troncos, cocinas y lavarropas oxidadas y viejas, piletas de cemento, escombros y todo tipo de materias en estado de descomposición trancaron las enormes tuberías en la zona conocida como triple frontera, a la altura de la calle Santa Margarita de Jouville.

El caudal que ya debe ir por debajo del pavimento que está a punto de construirse de nuevo salió a la superficie por los desechos que obstruían el paso y en algunos casos hasta inundaron otra vez las viviendas ubicadas a lo largo del canal.

“Además de la inundación que ya pensábamos que estaba superada, debemos soportar el mal olor que se extiende por todos lados y que nos hacen la vida imposible”, indicó Agustina Cuquejo, vecina de este punto fronterizo municipal.

Otros pobladores de este sitio manifestaron que son las familias que viven en zonas altas del arroyo Itay las que arrojan irregularmente sus residuos a las aguas, aprovechando las precipitaciones que caen para deshacerse de muebles viejos, enormes restos de poda y otros que trancan las nuevas cañerías instaladas.

Reclamaron la instalación de contenedores por parte de los municipios afectados para al menos paliar los efectos negativos de esta disposición final irregular de la basura.

RIESGO. El coordinador de obras del Consorcio Constructora Asunción y Asociados, ingeniero Enrique Chamorro, señaló que “tiran heladeras, camas viejas, colchones, de todo y eso sí o sí trancará toda la red, produciendo el desborde de las aguas, lo que puede ser peligroso para los vecinos y para los automovilistas”.

El profesional recordó que se visitó a los vecinos, casa por casa, para concienciar a la gente para no tirar sus desperdicios al arroyo, pero pasado el tiempo esa práctica continúa.

“La excusa de muchas personas es que no tienen recolección. Y entonces tiran su basura a las aguas. Es un problema cultural y deben intervenir todas las comunas involucradas para encontrar una solución a un drama que parece no tener salida”, puntualizó.