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SANTIAGO DE CHILE
El candidato oficialista Alejandro Guillier se abrió a la idea de eliminar en el “largo plazo” el sistema privado de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), en un intento por persuadir el apoyo de un incipiente bloque de izquierda para el próximo balotaje presidencial.
Guillier, quien obtuvo 22,7% de los votos en los comicios del domingo, pasó a segunda vuelta junto con el ex mandatario conservador Sebastián Piñera, que logró 36,64% de los sufragios. En los comicios del fin de semana se ubicó en tercer lugar Beatriz Sánchez, del joven pacto de izquierda Frente Amplio, quien obtuvo 20,27% de los votos, con promesas como una Asamblea Constituyente y el fin del sistema de AFP.
Hasta la primera vuelta, Guillier se había mostrado a favor de cambios a las AFP pero no era partidario de eliminarlas. Sin embargo, el oficialista admitió la noche del miércoles a un canal de televisión que se podría ir más allá, en un guiño hacia las demandas del Frente Amplio.
“Todos los chilenos sabemos que el sistema de AFP fue un fracaso, cambiarlo no es una cosa de decisión administrativa, es gradual, hay que hacer un sistema alternativo y una vez que se genera y está en régimen puedes modificar cómo se administran”, dijo Guillier en una entrevista con canal 13. Ante la consulta de si estaba dispuesto a eliminar las AFP, Guillier dijo que era una opción “a largo plazo”.
Sánchez y su colectividad no han entregado un apoyo explícito a Guillier. Solo han confirmado que iniciarán una conversación dentro del bloque y se espera que se adopte una decisión antes de fin de mes.
El negocio de los fondos de pensiones en Chile es administrado por seis compañías privadas, que manejan activos por más de 170.000 millones de dólares.
Abiertos a cambios
Los candidatos presidenciales de Chile comenzaron a mostrar señales de apertura en sus programas de Gobierno, en un intento por persuadir a líderes políticos y colectividades a fin de llegar fortalecidos a un estrecho e incierto balotaje el próximo mes. En su programa el aspirante presidencial por la derecha, Sebastián Piñera, contemplaba mantener los actuales niveles de gratuidad de la educación y no planeaba realizar cambios a la ley de Pesca.