El analista político Mario Paz Castaing considera que el país está atravesando un momento muy difícil. A su criterio, la crispación política daña la convivencia democrática y en lugar de resolverse los graves problemas de desigualdad, la clase política se enfoca en una tarea que no contribuye.
Es que con el debate político que genera la reelección quedaron en segundo plano temas como la reparación de escuelas, pese a que queda menos de un mes para que empiecen las clases; la solución al problema de la inseguridad, principalmente ante la ola de asaltos y los golpes que sigue perpetrando el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que mantiene a cuatro secuestrados; y la situación de los hospitales del país, cuestionados por la falta de insumos y buena atención.
“Estamos atravesando momentos difíciles con una comunicación que a veces se tiñe de perversidad, generando dudas e inestabilidad. Son mensajes cuyos contenidos dañan a la convivencia democrática, dañan a las instituciones republicanas en lugar de que los principales actores políticos dediquen su tiempo a resolver las graves desigualdades y problemas existentes en la salud pública, la educación, la seguridad ciudadana”, aseveró Paz.
Refirió que quedaron en segundo plano cuestiones centrales que afectan a la vida cotidiana de los paraguayos.
Dijo que la clase política está enfocada en una tarea que no contribuye a sostener con fuerza la conciliación de la democracia en Paraguay.
Paz Castaing sostuvo que el derecho a buscar la reelección no es ilegítimo. El problema –según indicó– está en que hay que buscar por las vías adecuadas establecidas en la Constitución Nacional.
“Desviarse del funcionamiento constitucional es atropellar las instituciones. De hecho, no se puede pensar que un solo mandato va a resolver todas las cuestiones de la República y tampoco una sola persona, pero tampoco se puede avasallar”, reflexionó.
Seguridad. Consideró que hay que fortalecer los proyectos de políticas de Estado que no dependen de la “providencial mano de un gestor”, sino de equipos de gobierno que contribuyan para llevar adelante la resolución de los grandes problemas del país.
Remarcó que una de las graves falencias está vinculada al tema de la seguridad ciudadana.
El gobierno de Cartes tiene sobre sus hombros la falta de resultados para recuperar la libertad de Edelio Morínigo, Abrahán Ferz, Franz Wiebe y Félix Urbieta, todos secuestrados por el EPP, grupo armado que opera en la zona norte del país. En su discurso de asunción presidencial, Cartes había señalado que el EPP no le iba a marcar la hoja de ruta a su gobierno.
Paz acotó que hubo avances con las becas Carlos Antonio López para el sector de estudios de posgrados en el exterior y la ley de transparencia. Sin embargo, refirió que las últimas actuaciones del Poder Ejecutivo, como enfrascarse con los opositores en el Congreso por la reelección, no solo dejaron de lado las grandes cuestiones nacionales en agenda, sino que apuntan a obtener un resultado no previsto en la Constitución Nacional.
Educación. Poco tiempo después de que Enrique Riera asumiera la cartera de Educación, el Gobierno se comprometió con la reparación de 1.000 escuelas que están con problemas estructurales para cumplir con su objetivo de brindar una buena educación a los niños y adolescentes.
En los últimos meses, se tienen reportes de que cayeron cerca de 20 techos de escuelas a lo largo de país. El caso más emblemático fue el del Colegio Nacional de Lambaré.
El presidente declaró en emergencia el área educativa para mejorar la situación edilicia de instituciones.
Se habló de poner en marcha licitaciones por valor de 70 millones de dólares. Sin embargo, a pocas semanas de iniciarse el periodo lectivo 2017, previsto para el 23 de febrero, los principales referentes de sindicatos de educadores hablan de que no hubo ningún avance y que más bien fue puro marketing del Gobierno. A ello se suma el reclamo de los docentes que exigen un incremento salarial de alrededor del 12%. Está pendiente que el Ejecutivo llegue a un acuerdo con ellos.
Salud. El servicio de salud para la población en general sigue siendo una deuda pendiente del Gobierno del “Nuevo Rumbo”.
A diario aparecen denuncias de mal servicio, falta de médicos e insumos en los centros de salud y hospitales públicos.
También el Instituto de Previsión Social (IPS) sigue completamente saturado y no avanza en su plan de mejorar la asistencia a los asegurados.
Mientras tanto, todos los ministros están entretenidos con la campaña en busca de la reelección presidencial y muchos de ellos se preparan para potenciar su figura e intentar ocupar una banca en el Congreso en el 2018.