Desde el comienzo se reflejó la tendencia del desarrollo del juego. El equipo aurinegro optimizó sus recursos y fue dueño de las principales acciones de riesgo. Guaraní fue sólido en todas las líneas, principalmente en el medio con Mendoza y Palau, que marcaron los tiempos y fueron el nexo ideal entre Ocampo y Benítez en la ofensiva.
La seguidilla de partidos de Cerro entre campeonato y Copa le pasó factura a los futbolistas. Los azulgranas en ningún momento renunciaron al ataque, pero el cansancio fue su principal enemigo a lo largo del partido.
Desequilibrante. La presencia de Iván González fue vital en el esquema de Jubero. El “10” aurinegro le dio dinamismo y velocidad a su equipo siendo el gran protagonista. Iván tuvo dos asistencias y fue autor de uno de los goles. En cada intervención causó estragos a la desconocida defensa de Cerro que estuvo muy lejos del nivel acostumbrado.
Golpes exactos. Las emociones se vivieron en la segunda parte. Conejo Benítez inauguró el marcador a los 47’. González firmó el segundo con mucha técnica al ángulo derecho. La rúbrica final fue por obra de Fernández, tras una jugada personal de González Ferreira al minuto 87. Guaraní fue más y merecidamente superó al Ciclón.