28 dic. 2025

Gritos del Monday: Una película de terror

Malas actuaciones, un montaje brusco, la abundancia de clichés y los malos efectos especiales son algunos de los problemas que muestra “Gritos del Monday”, la primera película paraguaya de terror.

gritos del monday.jpg

El momento final de la posesión demoníaca en Gritos del Monday. | Foto: Captura de video


Por José Biancotti | jbiancotti@uhora.com.py

Advertencia: Se revelan detalles del argumento.

La película tiene aspectos positivos como la fotografía grisácea, que transmite una atmósfera decadente, y los bellos planos en los que se aprecia el salto ubicado en Presidente Franco. También resalta la buena actuación de Javier Enciso en el papel de un personaje fugaz. Pero estos aspectos son opacados por algunos errores.

¿No se cansan de Satanás y los espíritus demoníacos? La pregunta es personal, teniendo en cuenta la cochambre de clichés que aparecen en Gritos del Monday, la primera película paraguaya de terror con personajes que no hablan como paraguayos.

Estos son seis aspectos negativos:

1. El movimiento cansino de cámaras. Gritos del Monday no da miedo. Es una película que pasa con molestia gracias al movimiento tembloroso de la cámara.

2. Las malas actuaciones. Stanislavski decía que un actor siempre debería manejarse con naturalidad y sinceridad. Y que debería tratar de vivir compenetrado con los sentimientos de su personaje. Esta y otras características resaltan en una obra teatral o en una película. Pero cuando la representación está cargada de falsedad y sobreactuación, el público deja de creer en la historia, entonces los actores pierden todo lo que debían haber logrado, que es el potencial de empatía con los espectadores.

Los personajes de Gritos del Monday no despiertan nada, ni simpatía ni admiración ni identificación. Solo están ahí para servir como vehículo a la trama principal, que es la del espíritu que busca eliminar a la protagonista por un motivo que no se dilucida completamente, dejando que la historia tenga la posibilidad de una posible secuela. Si estos personajes no generan ni siquiera nuestra compasión, realmente no sirven.

3. Los malos efectos especiales. Un momento exageradamente falso ocurre cuando una almohada se hunde con los dedos de un fantasma, en una escena donde la protagonista siente al espíritu por primera vez. Esta forma de distorsionar la realidad se repite constantemente, como si se tratara de puro onanismo visual, y llega a su punto cúspide cuando se manifiesta una nube de gas blanco en el Monday... Es un momento absurdo que nos hace preguntarnos si lo que estamos viendo es real o el trabajo de un grupo de adolescentes. El engendro, que tampoco sabemos por qué se manifiesta, reaparece en la escena final para terminar con su hazaña y evaporarse en el olvido.

Una escena de la película <i>Gritos del Monday, </i>dirigida por Héctor Rodríguez. | Foto: Gentileza.

Una escena de la película Gritos del Monday, dirigida por Héctor Rodríguez. | Foto: Gentileza.

4. Los clichés en la edición. La aparición de la misteriosa Samara Morgan en el hospital donde se encuentra su víctima es una muestra de la búsqueda con ahínco que tiene el director para hacernos temblar. Pero este empeño termina jugándole en contra, porque en lugar de generar temor provoca agotamiento y disminuye el efecto de sorpresa. Como si se tratara de un video de broma editado para subirlo a Youtube, la imagen de esta mujer, calcada de Hideo Nakata, solo causa hastío y vergüenza, porque es chocante que una película deba recurrir a este tipo de montaje infantiloide.

5. Los clichés argumentales. De vuelta al principio. ¿No están hartos de contar la misma historia de los espíritus satánicos? Primero, la posesión demoniaca. Segundo, los curas intentando detener a espíritus que ni siquiera ellos creen que existen. Tercero, la sangre cayendo de una cruz cristiana. Círculos extraños en el suelo. Lo peor de estos lugares comunes son las situaciones forzadas del inicio y el final de la película.

Hay que mencionar también el famoso pasaje bíblico de Marcos 5:9, que es utilizado constantemente para referirse a los demonios que son “legión”. En este caso, una legión de humo blanco fantasioso que el público podría tomarlo como una broma.

6. Los curas superfluos. Los actores que interpretan a curas en esta película son completamente inverosímiles. No aportan nada al argumento. Solo sirven para rellenar una cinta en donde la incoherencia de algunas familias católicas se ve representada por una madre que pide ayuda a la iglesia y un padre que confía en una médium.

En un momento, una mujer misteriosa de los Saltos dice que la muerte ronda por todas partes, refiriéndose al espíritu. En Gritos del Monday, lastimosamente, ronda el mal cine por todas partes. Ya queda a decisión del lector el asistir o no a la sala de cine.

Embed

Más contenido de esta sección
La actriz y cantante Brigitte Bardot, icono del cine francés y símbolo erótico de los años 1950 y 1960, falleció a los 91 años, informó este domingo la fundación que lleva su nombre en las redes sociales.
La segunda edición del Detrás de la Yerba Rock Fest se realiza este sábado en Caacupé, en el Departamento de Cordillera, con seis bandas, entre locales y de otras ciudades.
El actor estadounidense Chris Evans retomará su papel de Steve Rogers (Capitán América) en la próxima película de Marvel, Avengers: Doomsday, que se estrenará el 18 de diciembre de 2026.
En tiempos en los que la Navidad invita a volver a lo esencial, el trabajo de Matilde Rey, artesana del barrio Mbachió de Lambaré, cobra un valor especial. Sus pesebres rústicos, elaborados íntegramente con materiales reciclados, no solo celebran el nacimiento de Jesús, sino que también transmiten un mensaje profundo de creatividad, cuidado del ambiente y memoria artesanal.
Con su consagración en los Gallos de Oro 2025, Oniria reafirma el lugar de la creatividad paraguaya en el centro del debate cultural y comunicacional, y demuestra que las ideas que impulsó no solo venden: conectan, emocionan y perduran.
Después de dos años de investigaciones, acusaciones y juicio, el caso contra el rapero neoyorquino Sean John Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, se cerró el pasado 3 de octubre con una sentencia mucho menor de lo esperado cuando estalló el escándalo: 50 meses de prisión y una multa de USD 500.000.