“Me tocó dirigir a un grupo excelente. Muy sano. Hay mucha predisposición para el trabajo. Es un grupo que entiende muy bien lo que quiere y se la juega por el compañero al que le toca entrar. Hay una alegría enorme”, explicó Garnero.
Recordó que “el juego que mostramos hoy es el que tuvimos en los encuentros anteriores. Había una exigencia, una presión muy grande. Cuando se soltaron los futbolistas realizaron maravillas”. Mencionó que “los muchachos se sacrificaron al máximo y el abrazo con todos es muy importante, porque dejaron en la cancha mucho esfuerzo en cada partido. Se ganaron los chicos el premio más grande y que es salir campeón, que no es fácil”.
Destacó que “de afuera parece sencillo, pero los componentes del plantel realizaron todo el sacrificio y esta alegría la tienen bien merecida”.
LA DEDICATORIA. Explicó que “este título lo dedico a mi familia, a mis colaboradores. No me olvido de la gente de Sol de América, que me abrieron las puertas en Paraguay y con la gente de Guaraní que me dieron la gran oportunidad de estar al frente de un grupo que tenía grandes posibilidades de campeonar y en el partido con Luqueño se concretó”.
Por otro lado, Garnero admitió que “estoy muy cómodo en el club y ojalá no sea el último logro con Guaraní”.
El adiestrador del Legendario tiene contrato con la entidad de Dos Bocas hasta junio del 2017, pero los directivos están en negociaciones con el profesional para prolongar el vínculo.