Se trata de César Ramón Galeano Ávalos, quien fue suspendido por este hecho, y ahora, a través de una nota y con un documento sobre su sobreseimiento provisorio, no solo exige su cargo sino la reposición de salarios caídos.
Sus demás compañeros de trabajo lo vinculan con el senador colorado Óscar González Daher, aunque Galeano lo negó ayer a este diario.
Dijo que desde hace 14 años que es funcionario permanente del Congreso y que se desempeñaba como mozo.
De hecho, causó un revuelo su presencia en la institución, ya que el mismo fue hasta una reducida oficina destinada a la cantina y que está ubicada en el segundo piso del Senado.
Galeano estaba acompañado de varios funcionarios que al ver la cámara fotográfica prefirieron apartarse.
Ayer tuvo entrada la nota en la que solicita su reincorporación al titular del Congreso, Mario Abdo Benítez.
“Dicho pedido obedece a que fui sobreseído de las causas penales en las que fui privado de mi libertad en forma preventiva (sic)”, indica el documento que lleva su firma.
“A tal efecto adjunto copias de las resoluciones judiciales que acreditan tal extremo. Por lo que solicito aleatoriamente la liberación de mis haberes caídos y mi reposición en el cargo, atendiendo a mi antigüedad de más de 14 años (sic)”, refiere en su nota.
Los documentos se derivaron a la Secretaría General, a la oficina de Marito, a la Asesoría Jurídica y a la Dirección de Recursos Humanos.
Entró en contradicciones. En una breve entrevista para que explique su situación, Galeano entró en contradicciones respecto a los demás vinculados como supuestos asaltacajeros. Dijo que uno de ellos era solamente conocido suyo y que jugaban fútbol. En principio refirió que sabía a qué se dedicaba y luego dijo que se enteró de lo que hacía cuando fueron detenidos.
“La Policía y eso se lavaron las manos y me tiraron todas esas causas que yo no tenía nada que ver”, manifestó.
“Yo estaba en un lugar donde no debería estar, justamente con esta persona, y bueno, pasó lo que pasó y yo no sabía nada”, fue lo que alegó.