05 oct. 2025

Fotorreportaje del parto, la nueva moda en Bélgica y Holanda

Bodas, bautizos y comuniones son las ocasiones en la vida de muchas familias que se inmortalizan a través de la lente de un fotógrafo profesional, pero en Holanda y Bélgica ahora se suma un cuarto momento: el del parto.

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Fotorreportaje del parto, la nueva moda en Bélgica y Holanda. Foto: embarazosemanaasemana.

EFE


Si antes lo más habitual era ver a algún familiar afanándose con la cámara al pie de la cama del hospital, con mejor intención que técnica fotográfica, muchos padres empiezan a recurrir ahora a los servicios de un profesional, hasta el punto de que ha nacido una asociación para determinar las pautas de trabajo.

“Queremos que haya un alto nivel en cuanto a la calidad de imagen y profesionalidad. Los nuevos miembros tienen que entender y cumplir nuestros códigos éticos”, explica a Efe Marijke Thoen, cofundadora de esta asociación, llamada geboortefotografen.

La organización, que ha firmado acuerdos de colaboración con múltiples hospitales belgas y holandeses, ofrece servicios de fotografía durante todo el proceso del parto, siempre que los médicos den el visto bueno.

Thoen dice que se negocia con los hospitales restringir la entrada de fotógrafos y solo permitir el acceso a los miembros de la asociación profesional a la que ella pertenece.

Esta asociación, recién creada, cuenta ya con veinte miembros profesionales y solo abrirá plazo para nuevas candidaturas dos veces al año.

Los fotógrafos que quieran unirse a ella deben cumplir unos requisitos muy estrictos para “garantizar la seguridad y la privacidad de todos los involucrados, como los padres, el bebé y los cuidadores”, indica Thoen.

“La privacidad es una de nuestras prioridades”, asegura y añade que es “importante” para la asociación que en las fotografías tomadas el personal sanitario no sea reconocible, a no ser que lo permita por escrito.

Por ello, algunas de las cuestiones básicas que la asociación marca a sus fotógrafos es el lugar a ocupar en la sala de partos o de cirugía y su comportamiento durante las sesiones.

Además, cuando los padres contratan los servicios, tanto directamente con la asociación como a través del hospital, es necesaria una entrevista introductoria entre el fotógrafo y los progenitores.

Durante esa conversación se aborda la privacidad de los protagonistas y de los cuidadores, el tipo de fotografías que exigen los padres y las líneas rojas.

“En el momento del parto, intentamos hacer nuestro trabajo de manera tranquila, con integridad y siendo plenamente conscientes de la sensibilidad de la situación”, subraya Thoen.

La regla primordial es “no molestar” al personal médico, así como seguir sus indicaciones y órdenes en todo momento.

La asociación no establece un precio determinado para estas fotografías, sino que cada profesional trabaja por su cuenta.

Los precios varían de un fotógrafo a otro y hay que tener en cuenta todas las horas de trabajo y si el parto llega a tiempo, se retrasa o hay algún imprevisto.

“Muchos profesionales tienen que pasarse semanas esperando a su cliente las 24 horas del día porque los partos raramente son programados o se producen en la fecha prevista”, afirma a Efe la fotógrafa.

Documentar todo el proceso de un parto puede costar aproximadamente unos 1.000 euros y, en total, se entrega a los padres un álbum de entre 150 y 300 imágenes en alta resolución.

“Cada vez hay más padres que quieren documentar de forma profesional este importante momento de sus vidas. Igual que contratan un fotógrafo para sus bodas, las parejas quieren hacer lo mismo con el nacimiento de sus bebés. Ahora saben a quién recurrir”, resalta la asociación.

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