Asimismo, el especialista mexicano Francisco Torres Conde ofrecerá una conferencia magistral sobre “Protocolo Familiar para Empresas”, que se desarrollará mañana de 9.30 a 11.30. El expositor es fundador de la Scudería Bod, empresa que dirige la creación y operación de Consejos de Administración de Empresas y diseño de protocolos de familia. El objetivo es orientar a los responsables de las empresas familiares para que puedan sostenerse en el tiempo y no se extingan con el paso de las generaciones.
“El protocolo de familia es un instrumento que ha tomado mucho auge en los últimos 10 años para tratar de proteger la perseverancia de las empresas familiares con un tema muy específico que es cómo asegurar las sucesiones en empresas familiares. Hay una estadística del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) donde dice que cerca del 93% de las empresas en Latinoamérica desaparecen después de la tercera generación”, explicó.
Añadió que la mayor generación de empleo en los países latinoamericanos no proviene de las grandes multinacionales, sino de las empresas familiares. La obligación de las familias empresarias, aparte de tener rentabilidad, es mantener unida a la familia porque los negocios se pueden crear muchos y la familia solo es una.
PROBLEMAS. Torres Conde dijo que no se puede hablar de recetas específicas porque cada familia tiene sus propias características, pero sí hay líneas de acción que van a ser interesantes para que el empresariado paraguayo tome un poco de conciencia acerca del riesgo existente y la forma en cómo se puede prevenirlo.
Dijo que el 91% de todas las empresas en Latinoamérica son familiares, lo que significa la importancia para la economía de sus países.
Acerca de los problemas que existen para hacer perdurar una compañía, mencionó que cuando los hijos del fundador empiezan a delegar el mando inconscientemente no se logra distinguir en capacitar a la tercera generación como los herederos del patrimonio y se los forma como una parte más de los empleados, sin que esto sea peyorativo.
“Educar a los hijos para ser los que van a recibir la pelota y se capaciten en la responsabilidad de mantener los empleos, de generar un pensamiento estratégico, de que son los que van a tener que pensar sobre el futuro de la compañía, es lo que falla mucho en la idiosincracia latinoamericana”, señaló.
Acotó que la autoridad no se puede imponer, los herederos se la tienen que ganar de parte de sus subordinados. La confianza de los más antiguos y de la gente joven tiene que ganarse, recomendó el especialista. También alentó a tratar de comprender a los millenials, la nueva generación de empleados, que tienen su propia cultura laboral.