La fiscala Teresa Ruíz Díaz presentó la imputación contra los directivos de la firma de seguridad, José Joaquin Castillo y Luis Fernando Fretes Schinini.
Serán procesados por la figura de transgresión de la ley de armas y para ambos se solicita la prisión preventiva.
El juez penal de Garantías, Óscar Delgado, tendrá a su cargo el caso y en los próximos días deberá convocar a los dos procesados para su audiencia de imposición de medidas.
La imputación se da luego de la muerte del joven Mauricio Alejandro Benítez Torres (23), quien falleció en la noche del pasado jueves luego de recibir un balazo en la nuca por parte de guardias de la empresa seguridad.
El hecho se registró en Puerto Botánico, en medio de una persecución que inició en la ciudad de Luque.
Uno de los guardias, Óscar Blanco, fue imputado finalmente por violación de la Ley de portación de Armas. Mientras que su compañero, Julián Benítez, fue imputado por homicidio doloso.
Según la fiscal del caso, María Teresa Ruíz Díaz, esta diferencia en ambas imputaciones tienen que ver con que el disparo mortal lo realizó Benítez, pese a que ambos guardias de seguridad realizaron disparos.
La víctima se desplazaba a bordo de un Hyundai i10 de color blanco, propiedad de su hermana, quien llamó a un contacto suyo en la empresa y solicitó que se recupere el auto y a su hermano y lo lleven a su casa.
Mauricio sufría de adicción de las drogas, cuestión que era parte de una lucha familiar. De hecho, el mismo había consumido estupefacientes cuando ocurrió el accidente, así lo confirmó su amigo Giovani Vera Cano, quien iba en el asiento del acompañante cuando el guardia disparó a matar.