Milva, sorprendida por la situación, trató de explicar que ella no solicitó ninguna tarjeta y que tampoco hizo comprar por este medio. “Fue a una cooperativa para solicitar un crédito y le informan que está como morosa. Ahí empieza a averiguar la situación. En abril de 2013 se recurre a Interfisa y ellos tomaron todos los datos, pero como no hubo respuesta recurrimos a la Justicia y denunciamos el hecho en la Fiscalía”, explicó el abogado Mario Centurión que representa legalmente a la mujer.
Centurión indicó que luego de la denuncia, él solicitó una pericia caligráfica cuyo resultado reveló que la firma había sido falsificada. Con estos datos, fueron de vuelta hasta la entidad financiera quienes prometieron elevar el caso al seguro por fraudes. El banco vende la cartera morosa a Gestiones y Cobranzas. En el 2013, la tarjeta se usó por 5 millones de guaraníes. Con los intereses, este año la deuda ya ascendió a 20 millones.