“Por un lado, la ley me protege de la violencia doméstica, pero por otro me obliga a que lleve a mis hijos junto al agresor. Al final, me denunció incluso por desacato ante la Fiscalía y puedo ser imputada”, señaló A.V., quien contó su historia.
La mujer –a quien resguardamos su identidad– es una viuda con mellizas del primer matrimonio, más una niña y un niño, frutos de su segunda relación sentimental, que encaró con A.U.
A.V. cuenta que trató de rehacer su vida y estuvo de pareja con A.U., con quien tuvo dos hijos. No obstante, luego hubo episodios de violencia doméstica y separación.
“Le denuncié tres veces ante el Juzgado de Paz de Recoleta, que dispuso la restricción de acercarse. En las tres veces, desacató la orden judicial, por lo que el caso lo lleva el fiscal Miguel Vera, pero no pasó nada”, acotó.
“La última agresión fue poco antes de Navidad, delante de los niños”, comentó A.V. Explicó que hubo también denuncias por violencia familiar, que tiene la fiscala Sonia Pereira hace dos años, sin que haya una imputación.
contradicción. Pese a la prohibición de acercarse de A.U., igual existe una sentencia dictada por una jueza de la Niñez y Adolescencia, sobre régimen de relacionamiento.
“Tras las agresiones, pedí modificar el régimen, pero no pasa nada. Yo solicito que una asistente social esté presente, pero aun no hay resolución. Mi ex, que tiene restricción, vino con una escribana para llevarle a los chicos”, acotó.
Remarcó que como los niños no quisieron ir con él, A.V. fue denunciada ante la Fiscalía por desacato, por lo que la fiscala Carla Rojas le citó a declaración indagatoria.
“Ella me dice que independientemente de que mi justificación sea válida (las agresiones), no puedo incumplir con el fallo de la jueza y puedo ser imputada”, afirmó A.V.
Su abogado pidió considerar las denuncias de violencia que constan en la Comisaría 11ª Metropolitana, para que el Juzgado de la Niñez modifique el régimen de relacionamiento.
El caso es que existen dos órdenes, una de restricción de acercarse por la violencia y otra que obliga a la mujer a encontrarse con su agresor. Si no cumple, podría ser imputada.