“Al igual que en el verano, la piel también debe tener sus cuidados en otoño y en invierno; el agua caliente y el clima frío son factores que influyen en el resecamiento de la piel, por eso, es más sensible a diferentes tipos de afecciones”, destaca la doctora Romina Contreras, dermatóloga del Hospital de Clínicas.
Entre las recomendaciones, la doctora mencionó la hidratación y el cuidado diario de la piel de manera fundamental, “usar jabones que no resequen la piel y aplicarse hidratantes neutros, (cremas sin olor) puesto que los perfumes o colorantes pueden resultar irritantes, sobre todo para aquellos pacientes alérgicos”, explicó.
Por su parte, la dermatóloga Olga Aldana resaltó algunos aspectos básicos: la hidratación, realizar baños rápidos con agua no muy caliente, el uso ropas de algodón –primeramente y encima las de otra tela para que estas últimas no estén en contacto directo con la piel– y jabones cremosos que son útiles para los pacientes con alergia para evitar lo que se denomina dermatitis atópica. “Son los pacientes que más empeoran porque el frío o el agua caliente hacen que la piel se seque más, entonces a ellos le indicamos más hidratación aún”, afirmó.
Las dermatólogas recomiendan utilizar también en este periodo el protector solar, ya que los rayos ultravioletas igual están en el ambiente por más de que no haga calor.
“Es igualmente aconsejable el uso de despigmentantes o protector solar durante todo el año, ya que su uso discontinuo podría acentuar las manchas en la piel; entonces, si se aplicaron durante todo el verano, pero en invierno dejaron de lado los protectores, las manchas volverán a aparecer”, refirió Contreras.
Alimentación. Recomiendan, en el caso de las frutas, optar por los cítricos y los antioxidantes, así como el consumo de vitamina E.