Hugo López tenía la representación jurídica de la vedette Moria Casán hasta la mañana de este martes, día en que la diva argentina debía presentarse a la audiencia en el marco de la causa por la desaparición de un juego de gargantillas, aros y zafiros valuadas en USD 80.000.
Sin embargo, cuando se estaba dirigiendo al Juzgado, el abogado recibió un mensaje de texto por Whatsapp en que se le comunicaba que dejaba de ser parte de la defensa y que otro colega ocuparía su lugar.
“Me sorprendió mucho, es increíble, pero ocurre a menudo en nuestra profesión cuando aves de rapiña están pescando y en el menor descuido se lanzan para perjudicar a la persona”, expresó a la 780 AM.
Si bien dijo que no tuvo ningún perjuicio económico porque sus honorarios ya fueron cubiertos, lamentó que no haya podido culminar su trabajo.
“En el campo de la abogacía hay colegas que siempre se aprovechan del trabajo de los demás. Lastimosamente, no tenemos la colegiación de abogados del Paraguay porque, en caso contrario, esto pasaría directamente al tribunal de ética”, sostuvo.
Mencionó que él tuvo a su cargo hacer todo el esfuerzo, lobby y la preparación cronológica de la causa, pero que otra persona se adueñara de los resultados positivos.
En todo momento dejó en claro que Moria Casán no tenía nada que ver, sino que se vio influenciada por quien ahora le estará defendiendo, la abogada Miriam Mareco. “Es una deshonestidad de parte de los colegas”, reiteró.
La artista argentina acudió hasta el Juzgado de Luque para su audiencia de imposición de medidas ante la jueza Dina Marchuk.
Sobre Casán pesaba una orden de captura internacional por el escándalo de las joyas, un juego de gargantilla y aros con zafiros y brillantes, valuadas en 80.000 dólares, que utilizó durante un espectáculo en la Conmebol en agosto de 2012, propiedad del joyero luqueño Armando Benítez, y que fueron robadas.
En el ámbito privado, la diva ya llegó a un acuerdo económico con el joyero afectado, por lo que su causa tiende a resolverse. Ambas partes firmaron un acuerdo de confidencialidad para que el monto del arreglo no sea publicado.