“Tenemos una misión en órbita de Marte”, anunció Michel Denis, director de operaciones en vuelo de la misión ExoMars. TGO (Trace Gas Orbiter) deberá “olfatear” la atmósfera marciana para detectar rastros de gases como el metano, que podría indicar la presencia de una forma de vida actual en el planeta.
En cambio la Agencia Espacial Europea (ESA) no tenía anoche ninguna información del módulo de aterrizaje. La preocupación se veía reflejada en las caras de los científicos del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt (Alemania) a medida que iban pasando las horas. “Está claro que las señales no son buenas pero aún necesitamos más información”, dijo Paolo Ferri, jefe de la división de operaciones de la ESA. “Puede haber muchas, muchas razones para su silencio”, añadió. El módulo puede haber explotado antes de tocar el suelo del planeta rojo. También puede haberse posado pero no haber conseguido enviar informaciones. Lo que le ocurrió “lo sabremos mañana por la mañana (por hoy)”, concluyó Ferri. “No se tienen que sacar conclusiones precipitadas”, declaró Andrea Accommazzo, director de operaciones de vuelo en el ESOC. afp