Las carreras de Farmacia, Nutrición y Kinesiología y Fisioterapia del Instituto Superior Interregional en Ciencias de la Salud no cuentan con habilitación del Consejo Superior de Educación Superior (Cones), debido a que esta institución solo puede ofrecer dos especialidades: Obstetricia y Enfermería, de acuerdo a la Ley 3629 que autorizó su creación en 2007.
Sin embargo, los estudiantes de esa casa de estudios –cuyos diplomas hoy carecen de validez– aseguran realizaron pasantías en hospitales públicos, mediante convenios firmados con el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
Autoridades del instituto en cuestión facilitaron a los egresados, quienes están en plan de demanda para recuperar los millones invertidos, copias de los acuerdos interinstitucionales firmados con la cartera de Estado, a través de la Dirección Nacional Estratégica de Recursos Humanos en Salud (Dnerhs).
Uno de los convenios, fechado el 25 de marzo de 2014, afecta a los estudiantes de las carreras de Enfermería (acreditación rechazada hace poco); Nutrición, Fisioterapia (ambas sin habilitación del Cones), Obstetricia y Radiología. Las dos últimas no fueron sometidas al anterior llamado de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes).
La celebración del citado convenio tuvo lugar un mes después de que el instituto inscribiera en la Aneaes a las tres carreras señaladas, previo al pago de G. 51.000.000, para que sean sometidas a una “evaluación diagnóstica”, antesala al inicio del proceso valoración curricular y acreditación.
¿Apócrifo? La Aneaes realizó la evaluación diagnóstica de las tres especialidades el 19 de setiembre de 2014, según un informe que lleva el nombre de María Bordoli, del Departamento de Acreditación. “Me confirman los técnicos que esa evaluación diagnóstica, que no es para acreditar, no fue realizada”, contrapuso el Dr. Raúl Aguilera, titular de la Aneaes.
Incluso –dijo– la agencia dispuso de forma inmediata la devolución del arancel desembolsado, en virtud a que ninguna de las carreras estaba habilitada por la máxima instancia universitaria. Debido a una cuestión de disponibilidad presupuestaria, la reposición de los G. 51 millones se efectivizó en diciembre de 2015.
Mientras, durante todo ese año, el Instituto Interregional hacía gala de sus ofertas. “Repartían dípticos diciendo que estaban en proceso de acreditación; ahí cayó mucha gente”, acusó Nilda Olmedo, de Kinesiología, quien contó que desde 2012 hasta hoy completó “2.500 horas de pasantía en el Centro de Rehabilitación de Villeta”. ÚH quiso contactar con la Dra. Lupe Rolón, directora de la Dnerhs, para chequear si el convenio indicado es legítimo, en razón de que se trata de carreras inhabilitadas. Respondió vía mensaje de texto que hoy daría una respuesta.