Cuando ocurrió la crisis subprime (hipotecaria) en Estados Unidos, los medios de comunicación que habían prescindido de buena parte de su personal especializado en economía para ahorrar costos se vieron en problemas, porque los lectores, oyentes y televidentes demandaban a alguien que les explique por qué había sucedido y qué pasaría después. Esta lección sobre la necesidad de invertir en recursos humanos sirvió para que los medios no solo no se deshagan de periodistas especializados en un sector, sino además para capacitar a los nuevos.
Pero como varias cosas en la vida, esa lección está llegando un poco tarde a los medios locales. Una parte considerable de quienes conforman las redacciones de los medios impresos y hacen radio o televisión en el país no sabe hacer porcentajes, convertir guaraníes a dólares o viceversa, o diferenciar entre puntos porcentuales y porcentajes. Y a pesar de la paupérrima formación en matemáticas de los profesionales de la comunicación, son pocas las universidades que preparan a sus alumnos para hacer periodismo especializado, principalmente en economía.
Si ya de por sí es difícil el arte de comunicar ideas, cuesta más aún encontrar entre quienes abrazamos la profesión del periodismo personas que se interesen por los números.
Para dar una idea: hay no más de veinte periodistas que hoy ejercen el periodismo en medios de comunicación que puedan explicar datos de los sectores fiscal, financiero o energético. En televisión, hoy solo conozco a una periodista capaz de hacer más entendible el lenguaje económico.
A pesar de que se usan números para todas las secciones, en general se rehúye de un tema que lleva más tiempo elaborar, pero genera materiales de lectura o de contenido televisivo y radial más completos.
Los medios precisan contar en su plantel con más comunicadores capaces de explicar, en los términos más sencillos posibles, cuánto cuesta la inflación, qué es y cómo afecta la macroeconomía, por qué el presupuesto público debería ser equilibrado, o qué se necesita para administrar plenamente las dos hidroeléctricas de copropiedad paraguaya.
Se necesitan más periodistas especializados que analicen los datos oficiales, los desmenucen y los cuestionen. Tratar de hacer entender la economía, cómo le afecta a la gente en su vida diaria y en su futuro debería ser prioridad para los medios.
Siempre es mejor tener un pueblo (in)formado, para que pueda elegir bien a sus representantes y les pueda exigir resultados que mejoren su calidad de vida.