Por Virgilio Cáceres
@VirgilioCceres
Al año vuelven del hospital a sus casas entre ochenta y cien personas que sufrieron accidentes de tránsito totalmente secuelares. Es decir, necesitan del cuidado de otra persona para alimentarse, bañarse, sostenerse; ya no dependen de sí mismos, a causa de las lesiones irreversibles.
La preocupante cifra la dio el director médico del Hospital del Trauma, Luis Carlos Báez, mientras acompañaba a un equipo de ÚH en una recorrida por los pasillos y salas del hospital.
Estas personas, comenta el director médico, a veces van a sus casas con los equipos a cuestas, en otros casos no tienen sus viviendas adecuadas para instalarse según su nueva condición de vida (dependiente). “Es un problema social, producto de los accidentes”, refiere el médico.
REALIDAD. Durante el recorrido, Báez mostró cada sala, confirmando que después de cada fin de semana descontrolado el hospital se abarrota con niños en terapia y con miembros amputados, víctimas de accidentes en motocicleta; jóvenes y adultos en misma situación, entubados, con sueros, rodeados de sonda y máquinas. Es el panorama que muestra el hospital.
Los pacientes jóvenes, en su mayoría presentan múltiples traumatismos sufridos en accidentes sobre motocicletas. Los familiares, en las salas de internación, acompañan el día a día de los afectados, dejando atrás a sus demás allegados, algunos hasta han perdido el trabajo, comentó Báez, notablemente preocupado por el alto nivel de heridos que acuden al hospital.
“Cuesta mucho para estas personas el tratamiento, la movilización en caso de recibir el alta. Es un drama familiar y social, porque el Estado gasta mucho dinero en la asistencia. Detrás de un accidente (alcohol de por medio), un acto imprudente, hay mucha gente que no toma alcohol y que no hace maniobras en las rutas, pero paga por el accidentado a través de sus impuestos”, reflexiona el profesional.
CONSECUENCIA. Habló también el anfitrión de un daño colateral que se causa con esos actos, y que están lastimando a toda una sociedad. No hay rifas ni polladas que alcancen un tratamiento si no hay consciencia, puntualiza. Tampoco la solución es llenar de camas ni terapias los hospitales, ya que no hay número de ambulancia que alcance para estos casos. “Ni Teletón, Diben, ni Senadis van a aguantar con los heridos y sus respectivos tratamientos si no se toma consciencia del efecto que causa en muchas personas la irresponsabilidad en las rutas”, insiste el médico.
La estadística en relación a accidentes este año revela que ya creció el 14 por ciento la cantidad de lesionados en accidentes en motos en relación al mismo periodo de año pasado. Un total de 7 por ciento creció el número de fallecidos, tomando las cifras sólo desde enero hasta abril.
El Hospital del Trauma tiene un presupuesto de 114 mil millones de guaraníes, pero refieren que nada es suficiente por la cantidad de pacientes que llegan en grave estado al centro asistencial.
Las Cifras
1.619 es el número de motociclistas heridos en accidentes registrados desde enero y primera semana de mayo.
231 motociclistas fallecieron en diferentes puntos del país en accidentes de tránsito, según la estadística parcial del 2017.
4.021 es la cantidad de motociclistas heridos durante el 2016. La mayoría fueron asistidos en el Hospital del Trauma.
5.000.000 de guaraníes es el gasto diario por la internación en terapia intensiva de un herido en accidente rutero, según médicos.
2.423 es la cifra de motociclistas y automovilistas heridos este año. La cifra se tuvo en cuenta desde enero a mayo.
Lunes, día crítico
Los días lunes son jornadas intensas debido a que todas las camas están ocupadas por heridos del fin de semana, según el reporte médico. La sala de adultos mayores, con capacidad para catorce personas, colapsó, al igual que las salas comunes. Un paciente en terapia tiene un costo diario de 5 millones de guaraníes y el mínimo requerido para su internación es de 15 días.
La sala de reanimación es convertida en una terapia
Durante el recorrido con el doctor Báez, el equipo de ÚH observó a tres jóvenes pacientes que se debatían entre la vida y la muerte en la sala reanocidionada a causa de la demanda de heridos en el Hospital del Trauma.
Un joven en estado grave, rodeado de sondas, tenía por encima de su cabeza, en un frasco, su riñón, que ayer por la mañana le extirparon a causa de un traumatismo severo.
El paciente se accidentó en su motocicleta y sufrió un traumatismo de brazo, pierna y cabeza.
Al lado del primero, los otros dos jóvenes, uno de ellos menor de 16 años, también soportaban la misma situación sufrida en un accidente en motocicleta.
Todos en la terapia luchan por sus vidas, mientras que los médicos los controlan cada rato.