25 abr. 2024

En solo tres años el área metropolitana perdió casi 900 ha. de espacios verdes

Una investigación de estudiantes de Fiuna revela que en Asunción y sus alrededores esta área fue reemplazada por superficies construidas. Para reducir la temperatura se deben tomar medidas, apuntan.

898 hectáreas. Esta es la cantidad de superficie de vegetación que el área metropolitana perdió entre el 2013 y el 2016, según una reciente investigación de estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (Fiuna).

El estudio fue realizado como tesis de grado por Juan Carlos Silva y Alfredo Arzamendia para graduarse en la carrera de Ingeniería Geográfica y Ambiental. Se trata de un análisis de las islas de calor urbanas.

“Primero se hizo una clasificación supervisada de la superficie, después se evaluó esa clasificación, donde pudimos percatarnos de que hubo una disminución de superficie verde sustituida por superficies construidas, que viene a ser 898 hectáreas, que son 900 manzanas, o aproximadamente 900 canchas de fútbol. Se perdió el 2 por ciento de espacio verde, de nuestra área estudiada, que son 450.000 hectáreas”, comentó Alfredo Arzamendia.

En ese sentido, los estudiantes indicaron que gran parte de esto se debe a una expansión urbanística, porque en el mismo periodo encontraron un aumento del 2 por ciento en la cantidad de áreas construidas.

“La zona que sufrió más cambios es afuera de Asunción porque en Asunción ya no se puede hacer gran cosa. En las zonas aledañas sí, se empezó a urbanizar”, comentó Silva.

El área estudiada en el trabajo académico incluye Asunción, Lambaré, Villa Elisa, Ñemby, San Antonio, San Lorenzo, Fernando de la Mora, parte de Capiatá, Luque, Mariano Roque Alonso y Limpio.

CALOR. Analizando temperaturas de distintas zonas comprobaron que esta pérdida de espacios verdes tiene una directa relación con la temperatura en la superficie. “Con esta metodología se va probando que la vegetación va manteniendo las zonas siempre más frescas. Siempre la cobertura vegetal tiene temperaturas más frescas”, indicó Arzamendia. Una de las conclusiones de la tesis es que la superficie vegetal tiene menor temperatura que el área urbana, encontrándose una diferencia de aproximadamente tres grados celsius.

Sobre el punto, el profesor Federico Ferreira indicó que las autoridades pueden tomar medidas para contrarrestar las islas de calor que se generan con la pérdida de áreas verdes y construcciones con materiales absorbentes de calor.

“Si teníamos techo verde, íbamos a tener una diferencia de 1 a 2 grados, entonces el aire acondicionado en vez de poner a 17 grados, poníamos a 22, entonces se iba a acondicionar tranquilamente, pero qué pasa: Tenés una irradiación de calor en esa zona, entonces vos elevás el consumo de energía eléctrica para que enfríe más”, explicó Silva.

Silva y Arzamendia son de la primera camada de egresados de Ingeniería Geográfica y Ambiental de la UNA.

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