Alrededor de 700 personas siguieron con atención cada interpretación de las 10 canciones que fueron preseleccionadas para la ocasión, de entre 35 temas postulados.
La noche fría ni el hecho de que el evento fue televisado atajaron a la gente. Muchos llegaban en familia con hijos en brazos y en caravana de parientes y amigos. Todos empujados por el fervor que genera la devoción a quien será la primera beata paraguaya.
A pesar de que no estuvo repleto el Gran Teatro del Banco Central del Paraguay (BCP), se sentían la alegría y emoción de los presentes al escuchar los temas dedicados a la carmelita y las facetas de su vida –en sus distintas etapas– relatadas durante la gala del concurso organizado por la Arquidiócesis de Asunción y la comisión de la misa de beatificación.
“Esto nos va a unir a todo el pueblo. Ella buscaba justamente eso: que cada uno desde su puesto pueda hacer algo por la espiritualidad, por acercarnos más a Jesús”, expresó Miriam Villasanti, devota de la venerable, mientras señalaba a su alrededor. “Estamos muy contentos, es nuestra primera beata paraguaya”, añadió.
Juventud. Algo que llamó positivamente la atención de los organizadores del concurso y a los cinco integrantes del jurado fue la marcada presencia juvenil entre quienes participaron en el certamen. En efecto, entre cinco elegidos se encuentra una joven de 16 años, Isabela Villagra, alumna del Colegio Las Teresas. Ella le puso melodía a la canción Jazmín del Señor, escrita por Carla Guillén, ex alumna teresiana. Isabela interpretó el tema junto a un coro de ex teresianas.
“Somos de varios movimientos juveniles que nos juntamos y aprendimos de la vida de Chiquitunga: aprendimos a ser más adoradores de Dios”, expresó Fabio Brítez, quien junto a Talía Rejala integran el Coro de la Parroquia San José de Limpio. Entre los coristas hay jóvenes de entre 15 a 35 años de edad.
El tema Chiquitunga del Paraguay que cantaron, y que también fue electa para el 23, rescata una frase célebre de la venerable: “Solo pido amor para amar”, comenta Fabio y cuenta: “Le pedimos a Dios que nos dé el amor para poder amar a nuestros hermanos”, reproduce parte del mensaje de la letra de la hermana Basilia.
“Chiquitunga ya es la patrona de los jóvenes”, interpuso el hermano Restituto Palmero, quien integró el jurado compuesto además por Christian Arzamendia (compositor del himno oficial del papa Francisco); el padre Miguel Ángel Cardozo; el carmelita Carlos Medina; y Eladio Lalo Villalba, del coro polifónico del colegio Monseñor Lasagna.
Todos coincidieron en que la elección “fue muy difícil”, ya que “todas son preciosas”. Desde la organización, ya piensan en lanzar un disco con las 10 canciones que llegaron a la final.