El ortopedista Therdchai Jivacate, quien ayudó a diseñar las prótesis para Mosha y otros elefantes, le dijo al diario británico The Daily Telegraph que “sin caminar, ella iba a morir”, tras haberle instalado una de las patas artificiales a Mosha en 2009.
Mosha es solo uno de varios elefantes que han resultado heridos por minas en la región fronteriza, según la fundación Amigos del Elefante Asiático.
Los rebeldes se han enfrentado al gobierno de Myanmar por décadas en la frontera con Tailandia.
La fundación creó en Lampang el primer hospital para el cuidado de los elefantes en 1993 y actualmente cuenta con 17 pacientes, según informaron desde el sitio digital bbc.com.