La película alemana sobre el naufragio del Titanic fue filmada en 1943 y supervisada por el régimen liderado por Hitler. Sin embargo, Selpin fue encarcelado durante el rodaje por realizar declaraciones negativas sobre las fuerzas armadas alemanas, y murió en circunstancias extrañas en su celda. Además, el filme fue prohibido por el mismísimo Joseph Goebbels, ministro de Comunicación del Tercer Reich.
Tras la muerte de Selpin, Werner Klinger se encargó de culminar la película.