La tercera crecida del año que se registra en Capital sobrepasará el pico máximo alcanzado en julio pasado (6,20 m).
El río superó ayer los seis metros de altura (6,10 m), marca que se esperaba alcanzar recién a fines de mes, conforme estimaban inicialmente los técnicos de la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH) y de la Gerencia de Hidrometría de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP). No solo califican de “atípica” una crecida como esta en pleno diciembre, sino que la previsión es que el cauce en la ribera capitalina toque los siete metros de altura en la segunda quincena del corriente mes.
Esto, teniendo en cuenta el ritmo en que se dan las precipitaciones, las cuales se anuncian para los siguientes días.
“Creemos que va a pasar esa marca –de 6,20 m– mañana (por hoy) o pasado. Y más aún, si se mantienen las lluvias, el río va a alcanzar los 7 m durante este mes”, aventuró Julián Báez, director de la DMH.
La tendencia ascendente del lecho fluvial se mantiene, pese a que retrocedió en los últimos días, y está en torno a los 10 centímetros diarios.
Para mañana, otra vez se esperan lluvias con tormentas eléctricas en Asunción. Este pronóstico también alcanza al norte de la Región Oriental. “Se mantienen los pronósticos de lluvias, que se extenderán hasta el jueves y viernes; pero el mayor volumen previsto es para el miércoles”, señaló.
RAUDALES. Los últimos tres días de pleno sol contribuyeron a que el suelo se secara, por lo que las anunciadas precipitaciones –si no son muy intensas– no producirán correntías de agua muy grandes. “Pero, las previsiones de lluvias se mantienen elevadas hasta finales de mes”, insistió.
Para el ministro Joaquín Roa, titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), la basura dispersa en la vía pública precipita la formación de peligrosos raudales durante cada lluvia torrencial.
Además, los desperdicios arrojados en los arroyos colmatan muy rápido estos cauces, que se desbordan con cada temporal, como se produjo el pasado viernes cuando cayeron 90 mm.
Mientras, la evacuación y asistencia a los inundados continúan. Alrededor de 4.500 familias de los bañados pueblan los refugios transitorios y otras 800 ocupan casas de familiares o alquileres, según el Consejo Municipal de Emergencias y Desastres de Asunción (Comueda).