EFE
Un comité del Legislativo bicameral, formado tras los comicios democráticos del 8 de noviembre de 2015, tiene previsto elevar hoy un informe sobre la idoneidad de los tres candidatos que optan a los máximos puestos ejecutivos de la nación, informó el diario Myanmar Times.
La Liga Nacional por la Democracia (NLD, en inglés), liderado por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, ostenta la mayoría en las dos Cámaras del Legislativo, por lo que pudo presentar la semana pasada dos de los candidatos, y un tercero fue nominado por el Ejército.
Htin Kyaw, el candidato propuesto por la Cámara baja, se perfila como el próximo presidente en la votación programada mañana en el Parlamento.
Los otros dos aspirantes son Henry Van Thio, propuesto por la Cámara alta, y el teniente general Mying Swe, auspiciado por las Fuerzas Armadas.
La nobel de la paz en 1991 explicó la semana pasada que seleccionaron a Htin Kyaw por su lealtad y porque tenía la formación y experiencia necesarias para desempeñar el cargo, y añadió que la designación de Henry Van Thio, de la minoría étnica chin, fue en aras de la reconciliación nacional.
El comité parlamentario sopesará si los candidatos cumplen con los requisitos marcados por la Constitución, que incluyen demostrar su residencia prolongada en el país, conocimiento de los asuntos militares o no tener familiares extranjeros.
Suu Kyi no puede aspirar a ser presidenta por haber estado casada con el británico Michael Aris, fallecido en 1999, y tener dos hijos, Alexander y Kim, que poseen pasaporte del Reino Unido, aunque en el pasado ha asegurado que dirigirá el Gobierno desde la sombra.
La última junta militar birmana cedió en 2011 el poder a un Gobierno afín encabezado por Thein Sein, un exgeneral del antiguo régimen que inició una serie de reformas políticas y económicas, premiadas con el levantamiento de sanciones por parte de la Unión Europea y Estados Unidos.
Las elecciones del pasado noviembre fueron las primeras celebradas bajo una democracia tras décadas de dictadura militar (1962-2011).
Sin embargo, la Constitución aprobada en 2008 concede a los militares privilegios como un 25 por ciento de representación en el Parlamento y la prioridad en la selección del jefe de las Fuerzas Armadas y los ministros de Defensa e Interior.