EFE / Redacción ÚH
El Papa celebró hoy una misa multitudinaria en el parque del Bicentenario, un antiguo aeropuerto de la capital ecuatoriana, el nombre del lugar le sirvió para recordar “el grito de Independencia de Hispanoamérica”.
El papa Francisco defendió este martes la necesidad de la Iglesia de evangelizar y exclamó: “Esa es nuestra revolución”, durante la misa multitudinaria que celebró en el parque del Bicentenario de Quito, una de sus etapas del viaje que está realizando por Latinoamérica.
“Eso es evangelizar, esa es nuestra revolución, porque nuestra fe siempre es revolucionaria, ese es nuestro más profundo y constante grito”, dijo Francisco ante cientos de miles de personas en la capital ecuatoriana.
El papa Francisco también instó al pueblo ecuatoriano a que “no haya diferencias, no haya excluidos y que no haya gente que se descarte y todos sean hermanos”, en el breve mensaje que dirigió a los fieles que le esperaron en el interior de la catedral de Quito.
“Les voy a dar la bendición para cada uno de ustedes y para sus familias, para todos los seres queridos y para este gran y noble pueblo ecuatoriano”, comenzó el Papa, que no pronunció un mensaje que había preparado.
Y continuó: “Para que no haya diferencias, que no haya excluidos, que no haya gente que se descarte y todos sean hermanos, que se incluyan a todos y no haya ninguno que esté fuera de esta grande nación ecuatoriana”.
El Papa después les pidió que rezaran un Ave María antes de impartirles la bendición y se despidió con el habitual: “Recen por mí. Buenas noches y hasta mañana”.
El Papa llegó a la catedral de Quito después de la visita de cortesía al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en el palacio de Carondelet.
Correa se despidió del Papa en el patio del palacio presidencial y Francisco recorrió a pie los 50 metros que le separan de la catedral de Quito.
Francisco saludó a los fieles en su interior y se recogió algunos minutos en oración y después pronuncio su mensaje y bendijo a los fieles.
Este fue el último acto del segundo día de su viaje a Ecuador y tras el que volvió a la nunciatura, donde cientos de personas le estaban esperando en su exterior.
Ecuador es la primera parada del Sumo Pontífice en esta gira latinoamericana que lo llevará también a Bolivia y Paraguay.