EFE.
Los especialistas chinos que están con él decidieron cambiar el tratamiento al ver que su funcionamiento hepático se había deteriorado rápidamente, explicaron en un comunicado los responsables del hospital donde se encuentra bajo custodia policial, el Hospital Médico Universitario de Shenyang (noreste).
La bloguera Zeng Jinyan, que está en contacto directo con el cuñado de Liu Xiaobo, Liu Hui, amplió posteriormente la versión oficial a través de internet, advirtiendo de la gravedad de la situación.
“Su enfermedad está en su fase más crítica, diseminándose rápidamente, sin mejora después de 2-3 semanas de tratamiento”, escribió Zeng en un comunicado, citando textualmente al cuñado del disidente.
Los efectos secundarios del tratamiento oncológico han dañado su funcionamiento hepático y los niveles de fluidos en el abdomen son bastante elevados, por lo que “se han detenido los medicamentos contra el cáncer de forma temporal básicamente para proteger su hígado, y dar un descanso al cuerpo”, añadió.
“Creo que le queda cada vez menos tiempo”, consideró en declaraciones a Efe Ye Du, otro amigo cercano a la familia, tras conocer las últimas noticias.
Liu, destacado intelectual y escritor, fue excarcelado temporalmente e ingresado en ese centro hospitalario del norte de China el pasado 7 de junio, después de que le diagnosticaran un cáncer de hígado terminal tras casi nueve años en prisión.
Su esposa, Liu Xia, y otros familiares han podido estar a su lado, pero todos se mantienen estrictamente vigilados por las fuerzas de seguridad y han sido presionados para que no hablen, según aseguraron amigos de la familia a Efe.
En los últimos dos días, y en medio de la creciente presión internacional, las autoridades han comenzado a publicar más información sobre su estado, si bien sigue habiendo una gran confusión.
“La manera en que las autoridades chinas han estado publicando información sobre el estado de Liu Xiaobo a través de la web del hospital evidencia el habitual control de la información que lleva a cabo China”, denunció a Efe Patrick Poon, investigador de Amnistía Internacional.
En opinión de Poon, el régimen comunista no está siendo transparente: “Liu Xiaobo y Liu Xia no pueden ver a sus amigos y algunos de ellos han sido acosados y amenazados por la policía después de que intentaran visitarles”.
No obstante, el colectivo de activistas y defensores de los derechos humanos chinos sigue tratando de conseguir que el afamado intelectual pueda salir de China y buscar ayuda médica en el extranjero.
De momento, ponen sus esperanzas en la visita de varios médicos extranjeros, de Estados Unidos y de Alemania, que China presumiblemente facilitará y que, a su juicio, ayudará a saber el estado “real” en el que se encuentra Liu Xiaobo, pues Pekín asegura que el Nobel no puede realizar un viaje de larga distancia en sus condiciones actuales.
“Hay que tratar de lograr una evaluación independiente de los expertos extranjeros”, instó hoy el reconocido defensor de los derechos humanos Hu Jia, en un mensaje enviado a Efe y a otros medios.
La ONU elevó hoy la presión sobre China al pedirle que permita que un funcionario de alto rango del organismo se pueda reunir de forma urgente con el disidente y su mujer, pero el Gobierno no ha respondido de forma positiva.
El presidente del país, Xi Jinping, se encuentra en la cumbre del G20 que se celebra en Alemania, una cita política en la que Pekín sigue manteniendo su silencio sobre el caso con la esperanza de que el foco se desvíe.