No será la antesala de algún cierre o clausura de la institución, según aclaró el Ing. Hildegardo González, presidente del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) sobre la decisión del ente de iniciar el proceso de intervención de la Universidad Autónoma del Sur (Sur).
“La plenaria del Cones resolvió iniciar un proceso de intervención, ha decidido clausurar las carreras directamente de aquellas que no cumplen con la ley. Esta medida implicará la revisión de toda la documentación y toda la parte académica de la universidad”, afirmó González.
El viernes último, la noticia del cierre de 14 carreras –diez del área de la Salud– y de 31 filiales de la Unasur generó desconcierto e indignación entre los más de 9.000 estudiantes afectados.
El titular del Cones aseveró que los alumnos implicados tendrán la chance de la reinserción en otras instituciones que tengan la habilitación de la entidad reguladora.
“La intervención no significa cierre o clausura, sino que la intervención de universidades ha representado mejoras valiosas”, apuntó González al señalar el ejemplo de la Universidad de Villarrica que está enmarcada en un plan de mejoras. “En algunas universidades, la intervención sí tuvo impactos fuertes porque estaban basadas en franquicias. La Unasur no utiliza ese esquema”, comparó.
Apelación. Las autoridades de la Unasur tienen hasta esta semana para apelar a la resolución de intervención. Por lo demás, para hoy, los directivos de la casa de estudios tienen previsto presentar también un recurso de reconsideración por la clausura de sus carreras y filiales.
“Casi todas las universidades aceptaron la intervención así como se les planteó; inclusive, también a los interventores porque ellos también pueden objetar los nombres de los interventores por alguna animadversión o algún interés particular”, explicó.
González expuso que mediante la intervención se podrá verificar in situ “lo que ocurre dentro de la institución"; de forma de “poder sanear y hallar soluciones” tanto administrativas como académicas.
Por caso, se podrá corroborar si las carreras de salud tienen convenios válidos o las condiciones mínimas para que funcionen. “Si quieren abrir una carrera en Ypehú o en Bahía Negra tienen que demostrar que efectivamente cuentan con las condiciones reales, académicas y de infraestructura para poder dar, principalmente, las carreras del área de la Salud”, remarcó.
El Cones –dijo– busca garantizar a los estudiantes un proceso de formación que les permita recibir becas y no estar en desventaja a la hora de concursar en cargos públicos.
Respaldo. El diputado Carlos Núñez, de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, inspeccionó ayer la sede central de Unasur y la encontró “bastante seria”. Sostuvo que hablará con el Cones, incluso con el presidente Horacio Cartes, para mediar en esta situación.
Universidad debe presentar proyectos
Las autoridades de Unasur deben presentar sus proyectos académicos al Cones para que cada carrera clausurada sea habilitada –o no– por el órgano regulador. La resolución 241/17 por la cual se estableció el cierre de 14 carreras de esa universidad insta –en su artículo 4– a que esa institución de educación superior inicie ante el Cones “los procesos de habilitación y aprobación legal correspondientes que hacen a las exigencias propias de las ofertas académicas”. De este modo, los miles de afectados que quedaron a la deriva podrán continuar sus estudios en esa casa de estudios, si reúne todos los requisitos legales y académicos que exige el ente. “Hoy hubieran hecho sus proyectos para poder presentar sus carreras y pedir la habilitación correspondiente, en lugar de instar a un levantamiento”, cuestionó el presidente del Cones.
Alumnos defienden a la institución
La mayoría de los estudiantes que se encuentran en los últimos años de sus respectivas carreras prefieren continuar en la Unasur.
Los de la carrera de Radiología, por ejemplo, aseguran que la institución cuenta con laboratorio de rayos X y demás equipos necesarios para el desarrollo y práctica de la especialidad. Además, sus docentes trabajan en el Instituto de Previsión Social (IPS) y en los hospitales públicos como Clínicas y Acosta Ñu. “Estamos siendo capacitados por profesionales, no por aprendices. Nos quieren sacar de nuestra casa de estudios para dar clases debajo de un mango prácticamente”, afirmó la alumna Clarice Santander.
La Unasur –explicó– cuenta con convenios con el Ministerio de Salud, incluso, con instituciones internacionales.