Es que la misión es ganar los siete últimos encuentros que restan del torneo y esperar que Rubio Ñu ceda puntos para así salir de la zona roja.
Las variantes numéricas son múltiples, siempre mirando a los ñuenses como referencia.
La diferencia entre ambos es de tan solo dos puntos, a favor de los esteños, que necesitan de seis puntos para llegar al promedio 1,000 y que Rubio Ñu no sume para superarlo en los promedios.
Variables. La situación itaugüeña es más dificultosa, su ecuación numérica se reduce a que por cada partido que pierdan de aquí en adelante, necesitarán que Rubio Ñu pierda dos partidos y el “3” pierda uno para tener alguna posibilidad.
Con esta simple ecuación, de perder tres partidos de los últimos siete, el 12 de Octubre estará perdiendo la categoría.
Y si el “3” pierde tres encuentros, estará volviendo a la División Intermedia donde tan solo el año pasado se consagró como campeón.
Para llegar a la unidad de promedio, los rojos del Este necesitan capturar 12 puntos, mientras que los itaugüeños necesitan 14 unidades.