La convocatoria contó con el apoyo de organizaciones sindicales y civiles, como las víctimas de la dictadura stronista que aprovecharon la ocasión para escrachar en su propio domicilio a Eusebio Torres, ex policía del régimen vinculado a torturas en el Departamento de Investigaciones.
Lo que debía iniciarse a las 17.30 en la Plaza Italia se retrasó debido a los percances sufridos por campesinos que vinieron de distintas localidades del interior para brindar su apoyo. Estos denunciaron que las retenciones de la Policía a los colectivos en los que se desplazaban obedecen a un plan represivo del gobierno de Horacio Cartes.
Finalmente, las organizaciones campesinas lograron sumarse con un gran número de personas.
Aproximadamente a las 18.30, la movilización bajó por la calle Chile e hizo una parada frente al Ministerio del Interior a fin de repudiar la condecoración a Eusebio Torres y pedir un juicio justo para el labriego Rubén Villalba –quien se encuentra privado de su libertad– y otros seis campesinos más quienes también están presos sin un justo proceso, según denuncian las organizaciones.
La manifestación se destacó por tener un fuerte tinte político de izquierda y las duras críticas a las políticas sociales y económicas del presidente Horacio Cartes. Varios, en especial los del Partido Paraguay Pyahura -brazo político de la Federación Nacional Campesina (FNC)– portaban pancartas pidiendo la renuncia del primer mandatario.
Finalmente, las aproximadamente 5.000 personas tomaron la Plaza de la Democracia donde se desarrolló el acto principal. Inicialmente el punto de encuentro programado era la explanada del Panteón Nacional de los Héroes, pero se decidió realizar en el mencionado espacio.
Se escucharon reivindicaciones de justicia social y acceso a la tierra. También se realizó un número artístico que criticó las represiones policiales en las invasiones de tierra.
El principal orador fue el político Najeeb Amado del Frentre Guasu, quien dijo sentirse profundamente emocionado por la articulación de fuerzas progresistas del país en lo que denominan “Congreso Democrático del Pueblo”, cuyo objetivo es pelear por la derogación de políticas emblemáticas del oficialismo como la ley de Alianza Público Privada (APP).