Según la denuncia, la magistrada habría modificado en forma arbitraria y sin fundamentos la calificación jurídica del hecho punible, dejándolo en el más leve, dejando de admitir “ex profeso” el escrito de querella para beneficiar a la imputada.
Invocan también la parcialidad manifiesta de la magistrada hacia la imputada; además de resolver su propia recusación; por el cual se aguarda la apertura del sumario correspondiente y la remoción de la misma.
Según nuestras fuentes, en la lejana localidad chaqueña se ha vuelto común la arbitrariedad y la violación del debido proceso, donde se admiten recusaciones vía WhatsApp inclusive, y los magistrados “casualmente” se encuentran en sus despachos.