25 abr. 2024

“Debilidad fue no encarar reformas importantes”

A 4 años de gestión de Horacio Cartes, dijo que la estrategia se centró en inversión en infraestructura, relegando áreas de educación, salud y seguridad.

César Barreto

César Barreto

Por: Samuel Acosta

@acostasamu

–¿Cómo evalúa los cuatro años de este gobierno?

–En general, el manejo de la economía ha sido bueno. Hemos tenido buenas políticas macroeconómicas en general, se implementó la Ley de Responsabilidad Fiscal al comienzo de este gobierno, que si bien tuvo sus dificultades al inicio por las emisiones de bonos que dejaban al déficit fiscal muy por encima de lo que la ley permite, en los últimos dos años hemos visto que se fueron alineando y se ha cumplido la meta fiscal que está prevista en esta ley.
–¿Si tuviera que definir qué es lo que ha caracterizado a esta administración de gobierno, qué podría citar?
–Lo que ha marcado a este Gobierno ha sido la inversión en infraestructura, toda la estrategia ha sido volcar a la inversión en infraestructura y eso se nota como algo que ha mejorado en estos años, pero, obviamente, el haber priorizado tan fuertemente esto ha dejado de lado otras áreas que también son muy importantes para el pais. Por ejemplo, hubo poca inversión en las áreas como educación y salud, los recursos fueron en gran medida para el Ministerio de Obras Públicas, dejando poco recursos para, inclusive, las políticas en materia de seguridad ciudadana. No obstante, en general la gestión de gobierno ha sido buena, continuando con las políticas que ya se venían implementando en los últimos tres gobiernos.
–Un tema que se habló bastante durante estos cuatro años de gobierno ha sido la manera en que fue creciendo el nivel de la deuda pública. Recuerdo que usted, no hace mucho, en alguna de sus columnas de opinión alertaba no respecto al nivel de endeudamiento actual, pero sí ponía énfasis sobre su ritmo de crecimiento de la deuda en los últimos años. ¿Cree que este es un tema para preocuparse?
–Creo que en los años 2014 y 2015 el crecimiento de la deuda fue muy fuerte, las emisiones de bonos que se hicieron fueron muy importantes, pero luego hemos visto que fueron corrigiendo esto. En las últimas dos emisiones se emitió en el orden de los USD 500 millones, que es el techo límite que está previsto en la Ley de Responsabilidad Fiscal. Fueron moderando esa parte, alineando más la cuestión fiscal hacia lo que está previsto en la ley. Entonces, en la medida que nosotros cumplamos esta normativa y se instale como un instrumento de la política fiscal, me parece que la gestión de la deuda va ser más ordenada. La deuda está creciendo menos en estos dos últimos años, pero todavía el crecimiento es alto.
–Teniendo en cuenta que ya estamos en el último año de gobierno, ¿cómo la próxima administración que sea elegida en el 2018 debería ir corrigiendo esto?
–Y tendremos que ir corrigiendo este déficit fiscal seguramente en el transcurso de los próximos dos gobiernos, que tendrán que ir cerrando esta brecha para recuperar un equilibrio fiscal porque en cinco años más la deuda pública se va a ubicar entre 30% o un 35% del producto interno bruto; entonces, hay que parar este crecimiento de la deuda porque está en niveles peligrosos, pero no aún en una situación crítica. Respetando incluso la Ley de Responsabilidad Fiscal en los próximos cinco años la deuda va estar en niveles más peligrosos; entonces, hay que corregir ese déficit fiscal.
–Otro tema que se ha mencionado mucho durante estos años es que el Paraguay, a pesar de que mantuvo un ritmo de crecimiento económico, aún teniendo un contexto de recesión en los países de la región, no ha podido ver reflejado esto en una mejora en los niveles de ingreso de la gente, ni tampoco en reducción de la pobreza, como se propuso este gobierno al inicio. ¿Qué opinión tiene sobre esto?
–Obviamente el contexto en el que asumió este gobierno ha sido más complejo respecto al que tuvieron los gobiernos anteriores. Hay que recordar que hasta el 2013 los precios de la soja, en general de los commodities, estuvieron en niveles muy altos, pero justo al inicio de este periodo de gobierno caen los precios y obviamente los países vecinos entran en una situación muy crítica económicamente hablando. Como somos un país pequeño, esto nos condiciona y hace que la capacidad de crecer sea mucho más limitada y difícil. La fuerte inversión en infraestructura ayudó a que se contenga la situación, aunque eso sí, endeudándonos. El crecimiento ha sido en promedio cerca de un 4%, que no es malo considerando lo que pasó en los países de la región en estos años, pero este nivel de crecimiento del PIB es insuficiente para ir reduciendo la pobreza porque no se genera la cantidad suficiente de empleo para que la pobreza vaya bajando, ni tampoco mejoran el nivel de los ingresos. Entonces, se contuvo la situación en un contexto externo bastante complicado, pero la pobreza se estancó todavía en niveles altos. Esto requerirá más esfuerzo en los próximos gobiernos para crecer más rápido, para crear más empleo y que la pobreza siga reduciéndose, lo cual será una tarea mucho más dura que la que hemos tenido en los años en que los precios de los commodities estaban altos en el mercado internacional. En los próximos años crecer más rápido y reducir los niveles de pobreza va a requerir más esfuerzo y tenemos que ser muy inteligentes porque ya no tendremos vientos de cola que nos ayuden; ahí es que tengo un poco mis dudas de que lo podamos hacer.
–Es necesario revisar entonces la forma en que crecemos. Porque gran parte de esta expansión en los niveles del PIB que hemos tenido ha sido por la exportaciones de materias primas, principalmente, de la soja y la carne vacuna. ¿Nos obliga esta situación a buscar la manera de diversificar nuestra economía?
–Indudablemente... por eso digo que esta realidad nos obliga a asumir más esfuerzos en creatividad e innovación. No solamente debemos poner semilla en el campo, que es lo que estamos acostumbrados, pero tengo mis dudas si nuestro país está preparado para encarar un crecimiento económico de una manera diferente. Los recursos humanos especializados que tenemos para ello son muy limitados en el Paraguay, llegamos hasta acá con un nivel de pobreza cercano al 30%; entonces, todavía la situación va a seguir siendo precaria en los próximos años y hay que hacer mucho más esfuerzo.
–Dentro de un contexto regional difícil, en los últimos años principalmente, porque nuestros vecinos, que también son nuestros principales socios comerciales, estuvieron en recesión, ¿considera que cuanto menos se hicieron bien los deberes en el manejo a nivel macroeconómico?
–Creo que todo el proceso boom de los commodities se inicia en el año 2003 y abarca hasta el año 2013, cuando comienzan a caer los precios internacionales, pero como nuestro país ahorró en los años buenos, cuando llegaron los años difíciles recurrimos a ese ahorro y también pudimos incrementar la deuda para contener la situación. Nosotros logramos contener la situación, cosa que Argentina ni el Brasil lo pudieron hacer. Los países que fueron desordenados son los que más han sufrido. Creo que el manejo macroeconómico fue bueno y estuvo en línea con lo que se venía haciendo en años anteriores.
–¿Cuál considera ha sido la debilidad que ha tenido este Gobierno durante su administración?

–La debilidad fue no haber encarado reformas importantes, lo que se hizo fue endeudarse para invertir en infraestructura, pero hay que mejorar la eficiencia de la economía, reformar el sistema de seguridad social, la educación y salud pública, se deben hacer reformas que mejoren la eficiencia de lo que estamos haciendo. En todo esto se avanzó muy poco, prácticamente nada. Entonces, esto va a quedar como desafío para los próximos años. El problema es que si no hacemos estas reformas, no vamos a lograr esa diversificación de la economía que estamos necesitando y que requiere personas que sean más calificadas y que todavía no estamos generando de manera importante.


Perfil
Nombre: César Barreto Otazú.
Profesión: economista
Trayectoria: Tiene una larga experiencia sobre el mercado financiero local. Fue presidente de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y llegó a ocupar el cargo de ministro de Hacienda durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos. Actualmente es gerente de un banco de plaza y directivo de Dende.
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